Porque, aunque queda algún ejemplar suelto, o que tiene retazos de tal, esa figura antes clave en el fútbol, que era la de los extremos, ha desaparecido. De hecho, hoy la moda es el llamado jugador de banda que juega a pierna cambiada, con lo que la antigua zona de los extremos queda más a la responsabilidad de los laterales, que, por regla general, suben poco y mal por ella.
Eran auténticos especialistas, generalmente veloces y dotados, a veces, de un gran "driblin". Cuando reunían ambas condiciones, era el no va más, pues, unidos a la figura del delantero centro o del interior con poderosa llegada, resultaban un arma letal, especialmente para esos partidos en los que el contrario, por inferior o por táctica pura, se encerraba y poblaba la zona central del campo de numerosos efectivos. Tener un buen extremo, no digamos ya dos, era cosa de equipos de muy altos vuelos.
Cuando el veneno del fútbol entró en mi cuerpo, el vehículo conductor, o sea, el Aleti, tenía uno de gran calidad: "El Niño" Collar. Pero al poco le acompañó otro venido de ultramar, de Brasil, concretamente, donde era conocido como "O Espanhol": José Armando Ufarte. Decían los mayores y expertos que era un discípulo privelegido de Garrincha, este hijo de pontevedreses; que tenía su mismo "driblin" y su misma velocidad, aparte de tener también buen disparo, y en consecuencia, gol.
Yo no he visto lo suficiente de Garrincha para saber si Ufarte era un pupilo avanzado suyo. Pero sí recuerdo algo de él: su driblin; ése que en estas páginas virtuales cantó en su día Fernando, el que amagaba hacia dentro y salía hacia fuera, dejando doblado al lateral, para luego mandar al área un centro preciso y precioso. Y ese regate se repetía partido tras partido, sin que nadie pudiera evitarlo.
¡Cómo añoro el fútbol de extremos!, ahora que, a base de jugar por el centro y mucha presión y orden táctico, el fútbol es cada vez más pesado y cuesta poder degustar alguna cosa bonita, de aquellas que los buenos extremos nos regalaban domingo tras domingo en esas gradas camino de convertirse, por obra y desgracia de la televisión, en otro escenario virtual.
Disfrutad, pues, de una pequeña muestra, extraída de ese milagro que son los vídeos depositados en YouTube por el gran atletico1991.
http://www.youtube.com/watch?v=6uaR0ZB3ezo