Si partimos del hecho cierto de que, en un momento dado, y hablo de un par de semanas; la situación era deportivamente positiva; ¿a quien beneficia que sea negativa?.
Es una duda que me come por dentro desde hace años, y sigo sin encontrar los motivos.
Intento ponerme en el papel:
- Soy gilipollas y soy perfectamente consciente de ello.
- Heredo una Empresa ilegalmente adquirida, pero que no consiguieron quitarle a mi padre. Por lo tanto, como además ya estoy dentro de ella, decido quedarme y, robando todo lo que sea posible por el camino, permanecer hasta que llegue el momento, probable, en que saque el mayor beneficio de ello o, improbable, me echen judicial y/o socialmente.
- Como mi imagen está absolutamente deteriorada, y además ya he dicho lo consciente que soy de mi propia gilipollez; lo primero que hago es colocarme a la sombra del amigo de mi padre, que por otra parte es incluso más gilipollas que yo y por tanto manejable incluso por mí. Pero ni los medios ni la gente, dado su carácter neutro, le odia como a mí. Así que perfecto, que dé la cara él.
- A continuación, me rodeo de gente experta en hacer lo que pretendo hacer, lo que mis hermanos me han pedido que haga, y que por supuesto yo sería incapaz de hacer por mí mismo.
- Cuento con la Afición. No está a mi lado (aunque algunos aún creen que soy atlético), pero sí lo está del Club. Además, entre mis expertos hay gente muy capacitada para lanzar los mensajes pertinentes, que creen conciencia y tal. Yo no lo entiendo demasiado bien, dado que soy gilipollas; pero los hechos demuestran que mis expertos son estupendos para eso.
- En cuanto al tema deportivo ...
... Y aquí se interrumpe mi razonamiento. ¿Por qué me interesa rodearme de incapaces?. ¿Por qué necesito que ningún director técnico funcione?. ¿para qué me resulta imprescindible que ninguna plantilla cumpla con las expectativas?. ¿En qué me beneficio si mis jugadores se devalúan?. ¿Por qué correr el riesgo de que, en una de éstas, la Afición se movilice?.
Y es que, de nuevo poniéndome en mi papel, yo diría:
- Como soy gilipollas, ¿ya lo he dicho? y además no tengo ni zorra idea de fútbol; voy a tratar de rodearme, también aquí, de los mejores profesionales posibles, que planifiquen como se debe, hagan el mejor equipo posible y así, esa Afición tan inequívocamente fiel, tan sorprendentemente dócil, estará debidamente anestesiada por los resultados deportivos. Así esos resultados deportivos generarán muchísimos más beneficios. Y el Club crecerá, y valdrá más, y la gente ni siquiera se enterará mientras se la meto doblada. Podré fichar a grandes figuras (¡qué comisiones me llevaré!) e incluso podré permitirme el lujo de traspasarlas (¡de nuevo comisiones, bien!) no a la baja como casi siempre, sino por su valor. Yo eso no lo entiendo muy bien (es que soy muy, muy, pero muy gilipollas) pero mis expertos dicen que, si el equipo va bien, no tengo que preocuparme de nada más y podré hacer lo que me venga en gana. Incluso puede que haya gente que me quiera. Eso sí que no lo puedo entender, pero si ellos lo dicen ...
Que son malos, lo doy por hecho. Lo que no entiendo, es que sean tan malos siendo malos.
(...) Nosotros, que somos de Gárate, despreciamos el modelo actual de sociedad anónima deportiva basado única y exclusivamente en criterios mercantiles y cortoplacistas, en sacar el máximo rendimiento de lo que se tiene aunque esto se haga en claro menoscabo de la identidad del club, y de la afición, y del proyecto deportivo (...) "Nosotros, que somos de Gárate" - Carlos Fuentes - El Rojo y el Blanco