Ayala, si la memoria no me falla, no tenía dorsal fijo, podía jugar con el 7 o con el 11.
Lo que sí recuerdo es que jugaba por el lado contrario a su pierna buena.
Y parece que lo estoy viendo centrar desde el lado izquierdo con el exterior del pié derecho, con una precisión acojonante;
Y Becerra, qué bueno era el muy cabrón!. Pasó de llevar el pelo largo como se llevaba en aquella época a raparse al cero, según cuentan porque Max Merkel le dijo que se lo cortara, y apareció al día siguiente en el entrenamiento rapado al cero.
Recuerdo imborrable, recuerdo de un niño pequeño que empezó a sentir lo que significaban los colores rojiblancos.
El día del Celtic y sobre todo el día del Independiente son los días más felices de mi infancia, vividos´ambos en el Estadio Manzanares.
El mejor equipo de Europa de la época.