Recuerdo ese partido. Me acuerdo de ver a la gente del Betis sentada entre gente del atleti por todo el campo, no en zonas acotadas como pasa hoy en dia. Me acuerdo de las banderas del betis ondeando, mezcladas con las banderas del atleti.
Me acuerdo como se podia aparcar los coches en la M-30 junto al rio. Se aparcaban pegado al rio, a lo largo de el y eso que era el carril de la izquierda, el rápido de la M-30..
Me acuerdo de como la gente no esperaba a que los semaforos de la M-30 cambiasen a rojo y cruzabamos si o si, a la buena de Dios, parando el tráfico.
De ver un Villa de Madrid y comoun jugador del equipo contrario le hizo una entrada a destiempo y muy fuerte a Tomas Reñones y como la gente comentaba que estaba claro que ese tio no conocia de nada al Atleti y de como el entrenador rival tuvo que cambiar a ese jugador sobre el minuto 35 de la primera parte por que Tomas le daba una y otra vez sin parar.
De como cuando se escapaba solo hacia el portero La Joyita Bermejo la gente de mi sector solo preguntaba si estaban seguros que era el y no otro jugador del atleti y cuando se les confirmaba que efectivamente era Bermejo la gente se cabreaba por que sabian que si o si iba a fallar. Y así era.
Del olor a puro, que no cigarro, de las botas de vino y las petacas.
De las noches sin cenar por que no habiamos ganado.