Ayer, mientras volvía a casa, escuché en la radio de mi coche que la LFP había accedido o, simplemente, tragado, que a partir de mediados de febrero vuelva el nefasto partido de los lunes.
Esto es la gota que colma el vaso del absoluto desprecio hacia el aficionado al fútbol, ése que paga religiosamente su abono. Aunque claro, como siempre, hay clases: los equipos que jueguen Champions no se verán afectados, por aquello de los partidos internacionales de martes o miércoles. No se hará excepción, en cambio, con los de la Uefa, por jugar de jueves.
¿También tragaremos con esto? ¿Aceptaremos como mansos corderos este nuevo atropello? ¿No dirán ni, sobre todo, harán nada las agrupaciones de peñas? ¿Nos quedaremos tan panchos, viendo como no podremos disfrutar de partidos ya pagados por jugarse en horario imposible?
Creo que deberíamos iniciar un movimiento de protesta, de boicot, dejando vacías las gradas en esos partidos, y reclamar a las sociedades anónimas deportivas que nos resarzan de los perjuicios causados.