Ayer a Raúl García le llegaron a silbar una recuperación de balón. ¡No te jode, mucho recuperar pero luego qué! Fascinante. Estuvo mal, claro que estuvo mal, la gente le silbaba en cuanto la tocaba o intentaba zafarse de un contrario, y por algún sitio se le tienen que notar los 23 añitos que tiene. Y ahora Quique reculando, a buenas horas, el muy bocazas, después de quitarle la confianza y echarle el público encima. Pero es que Raúl con sólo estar da tanto y hace tanta falta eso que da, que aún estando tan nefasto en la salida y el toque acaba por venirle bien al equipo precisamente en el sitio en el que al equipo más falta le hace, que por mucho fútbol de playstation que nos quieran vender este equipo tal y como es no necesita tanto que alguien le lleve el balón a Agüero como que alguien le eche una mano a Antonio López. ¿Os acordais de los goles de Osasuna en el partido de ida? 3-0, Cleber de mediocentro. Mano a mano de un extremo con un lateral, centro al segundo palo y gol. ¿Cuantas veces defendieron ayer nuestros laterales sin recibir una ayuda? Nunca, ni con diez. ¿Cuantas oportunidades tuvo Osasuna de sacar una falta lateral a la olla? Ninguna, Raúl García no hizo ni una sóla falta y Assunçao sólo dos y ambas arriba. Y claro que sí, por supuesto que a un futbolista que ocupe esa posición hay que exigirle más, por supuesto que con sólo eso no te vas a ganar el puesto, por supuesto que con eso eres suplente. Pero, dadas las circunstancias que ha tenido que vivir en estos dos partidos (ojo, entre los dos una sóla ocasión de gol en contra), dos partidos en los que ha tenido que jugar el rol de interino, en los que sabía que aún estando perfecto no se ganaría el puesto (estando perfecto lo perdió), a mi su actuación me ha parecido hasta emocionante. Y sí, está claro: ya está sentenciado por esta afición de ultracuerpos y domingueros. El verano que viene se irá a otra parte, yo lo tengo claro. Recemos porque no sea a un Valencia o un Sevilla.
Por cierto, muy bien Quique. Tenemos 24 horas menos de descanso que el Sporting, y encima funde a los dos mediocentros que le quedan (con lo que hicieron, con lo que ocuparon, tienen que estarlo) jugando media hora con diez. Y total, ¿para qué? Menudo genio.