Yankov, lo trajeron en los primeros meses de 1993, año I de la era SAD. Vino al poco de que cesaran a Luis Aragonés y ficharan a Pastoriza. El Bola dijo que se trataba de una apuesta personal de su hijo, quien por aquel entonces ya apuntaba maneras y demostraba tener un ojo que te cagas en lo que a fichajes se refiere. Todavía no tenía la cara tan retorcida como ahora y podía permitirse hacer sus pinitos en el arte del ligoteo sin riesgo de que las muchachas salieran espantadas, pero ya empezaba a parecerse al Hombre Elefante.
Fue en ese momento cuando Calamidad empezó a descubrir sus habilidades ocultas para estos menesteres ya que hasta entonces, se había centrado en los jamelgos. Para él era algo novedoso, curioso y divertido y se entretenía con ello, igual que juegan los cachorros de elefante con la trompa descubriendo sus múltiples funciones o los bebés se toquetean el pito.
Por aquellos tiempos, como lo que se llevaba era lo búlgaro ya que Stoichkov y Penev triunfaban en la liga española, este se trajo al tal Yankov. Como no podía ser de otra manera, el muchacho resultó ser un fiasco. Desde entonces, los "exitos" de las apuestas personales de esta criatura se cuentan por docenas. Quiso emular al Sao Paulo de Tele Santana y se trajo a Jair Pereira. Luego le dió por lo italiano y tratando de emular a la Juve, se trajo a Ranieri y a unos cuantos italianos que pasaron por aquí con más pena que gloria. Ante tal borrachera de "exitos" rebajó sus ambiciones y en vez de tratar de emular a la Juve o al Sao Paulo, quiso parecerse al Rayo Vallecano así que se trajo a medio Vallecas. La misma operación la repitió en varias ocasiones con el Español, con el Mallorca e incluso con el Albacete. Esta clase de clubes fueron su referente durante los últimos años. La última si mal no creo recordar fue tratar de emular al Osasuna y el resultado fue que Aguirre nos premiara con su presencia durante tres años.
Un lince el chaval. Si cada vez que piensa o habla hubiera subido el pan, estaríamos pagando la chapata a 500 euros.