Dos globitos para los nenes. Uno verde y uno amarillo. Y si es preciso, cuatro. Uno verde, uno amarillo, uno rojo y otro blanco.
Con lo que le gustan los globitos a los niños (y a los no tan niños).
Durante toda una vida un hombre puede cambiar de gustos, de mujeres, de religión, de ideología política e incluso de sexo, lo que nunca podrá cambiar es su pasión por el Atleti.