Una lástima lo de Caminero; un mito deportivo que estos sinvergüenzas han destruido. Yo no voy a echar a Caminero culpas que no tiene, salvo una fundamental; aceptar convertirse en tonto útil por el dinero de unos ladrones. Es decir, venderse a unos chorizos. A partir de ahí, que no es poco, ya no tiene más culpa porque carece de competencia alguna, como bien explicó a un periodista Gonzalito Miró en la presentación de Adrián y como se ha demostrado de nuevo en el fichaje de Arda Turan, cerrado en una tarde por el único que compra-vende y deshace, es decir, Gilmar.