...en cuanto a Murakami... (vengo del hilo de series...), de acuerdo completamente en que hay que leerlo con pausa, y
este último con más pausa. Tampoco soy incondicional absoluto (eso sólo me pasa con muy pocos), aunque me he leido
prácticamente todo lo suyo que hay publicado en castellano y alguna
cosita en inglés.
Soy incondicional de "El fin del mundo y un despiadado
país de las maravillas", que me parece una obra muy muy original y muy
completa en todo los sentidos. Muy fan de "Crónica del pájaro que da
cuerda al mundo", aunque me parece menos redonda que la anterior y con
algunos tramos que se le va un tanto la pinza, pero muy buena. Pero por
ejemplo, su obra más célebre "Tokio Blues" (Norwegian Wood), no me
parece nada del otro mundo, incluso hubo tramos que me aburrió.Con "Kafka en la orilla", bueno, muy larga, se le va un poco de las manos, aunque es un buen libro. El resto, que son más cortos, casi cuentos, altos y bajos, de todo hay.
Esta última "1Q84" sí la sitúo a la altura de el fin del mundo e incluso en muchos aspectos la supera. Es de esas veces que aunque lees para llegar al final, como le debe ocurrir a cualquier novela (si no te interesa llegar al final... chungo), disfrutas más del viaje, del puro placer de leer, pero además de forma pausada, asimilando, pensando, y saboreando. No es ese viaje largo y atropellado en el que estás deseando llegar al final para estirar las piernas de una p.uta vez (cualquier Thriller de trama eficaz pero escritura mediocre), sino que es ese viaje sin prisa en el que te paras para observar un valle, para disfrutar de las vistas de una cala, tomarte una birra, o para ver el mar o la luna, sin mayor motivo que hacerlo y sin mayor prisa que disfrutar del momento. Además hay algo en la estructura que la orquesta de una manera simfónica, (muy de las obras de Murakami, que es músico, pero esta vez lo ha conseguido plasmar), como si siguieras una partitura, con sus momentos álgidos, sus retiradas para dejar lugar a los solos de los instrumentos menos frecuentes, pero necesarios, sus reposos, sus momentos corales, sus duetos. Se ve una obra trabajada, reposada, lejos de cualquier improvisación. Otras obras suyas son más jam session, nigth club, amiguetes tocando con buen gusto pero sin haber hecho los ensayos. Ésta es más una sinfonía, deja el Blues y el Jazz para irse a la música clásica.
Saludos.