Confidencial MARCA
A.R. Barbero
Motivos para no traer a Diego
El Atlético tiene razones, sobre todo económicas, para desechar el fichaje reclamado por Simeone
Diego ha
ofrecido su versión del desencuentro "yo creo que el pensamiento de
Simeone no es el mismo que el de los dirigentes", "si el Atlético no
está dispuesto a hacer una inversión mínima será una cosa imposible",
"no se puede llegar y decir gracias por todo, me voy a ir sin pagar
nada...", pero conviene atender también a la de la otra parte. A la del
Atlético, en este caso, que no se corresponde con la del futbolista
brasileño.
Desde el club se insiste en primer lugar, por lo deportivo, en que la
llegada del brasileño, reclamada públicamente por Simeone, quitaría
minutos a Koke y Óliver Torres, toda vez que Arda Turan, Diego Costa y
Villa se antojan fijos. Se añade, por ahí, que precisamente el primero
de los canteranos mencionados ha llegado a la selección absoluta gracias
a la cantidad de minutos que tuvo la pasada campaña... ya sin Diego. En
ese ejercicio, el Atlético ganó la Copa y fue tercero en Liga. El
Wolfsburgo no se ha metido en Europa.
Pero también se atiende a los números, faltaría más. La versión
rojiblanca apunta que el fichaje, que se intentó, claro que se intentó,
hubiera supuesto 10 millones brutos de salario para el jugador "se
insiste en que eso es lo que quería ganar Diego", más un mínimo de
cuatro más variables para el club alemán.
Cuestión de Champions
A partir de ahí, los cálculos que se hicieron pasaban por alcanzar como
mínimo los cuartos de final de la Champions para recuperar el gasto. Y
eso, en la presente temporada. Pero Diego, lógicamente, no iba a firmar
sólo hasta 2014, de modo que no había garantía alguna de disputar la
máxima competición continental en posteriores campañas e ir
rentabilizando así la inversión efectuada. "¿Cómo le pagamos si no nos
clasificamos? Sería una operación ruinosa", aseguran fuentes
rojiblancas.
En el recuerdo siempre ha estado, además, el 31 de agosto de 2011. Aquel
día se confirmó la cesión del brasileño, pero el Atlético tuvo que
hacer de tripas corazón para tragar con ciertas exigencias de ultimísima
hora por parte del entorno que rodea a Diego. Simeone no estaba
entonces y Simeone se guía por criterios deportivos, pero para el club
nunca han resultado sencillas las negociaciones por un jugador al que
por lo demás nadie niega su talento.
El Atlético busca el equilibrio que supone competir con los recursos que
tiene y a la vez reducir deuda, cumpliendo con los controles impuestos
tanto por la LFP como por la UEFA. Aunque eso suponga quedarse sin
Diego.