Bacharach: Los niños también disfrutan mucho viendo películas de la Disney, así que mejor les ponemos un pantallón en el fondo sur y nos dejamos de paripés. Mira las caritas de los niños, mira qué felices, mira cómo se les mueven los morritos. Menudo atajo de mariconas. El que tiene que disfrutar es el padre, el niño a rellenar el platillo de aceitunas y a callar la boca. Ganar la EL no
es un gran éxito, es una gran oportunidad, oportunidad de aprovechar el
tirón para meterse en la otra clase, la que nos corresponde, la del hoy
por hoy único torneo europeo que define quien es y quien no es, un
torneo que deberíamos jugar no porque lo marque nuestra historia, en eso
os equivocais, que esto no es una cuestión de nostalgias, sino porque
HOY POR HOY SOMOS MAS, EN LO NUMÉRICO SOMOS MUCHOS MAS, y quien más es a más
debería aspirar. ¿Que coño hago yo jugando en Hannover? Yo en abril tengo que visitar San Siro. Llévate al niño ese llorón a ver unas semis de champions en Old Trafford, verás como disfruta.
Te ha quedado muy bien eso de los niños, muy duro.
Pues yo seré una maricona, pero a mí me gusta ver a los niños del Aleti disfrutando tras el título, y disfrutaron mucho. Me gusta ir a la pradera de San Isidro y ver a todos los chavales con la rojiblanca, sacando pecho, mucho más que vikingays. Me gusta que por fin sepan lo que es ganar un título. Y me importan tres cojones, tú, Kikogol II, si saca pecho o no ante los vikingos, yo y los padres de los críos. Sinceramente a mí me importan mucho más ellos. Seré una maricona. Creo que además el tema es que no soportas a los niños, pero eso es cosa tuya. El segundo problema es que estáis obsesionados con la CL. Yo me limito a disfrutar de mi equipo siempre que puedo. No miro al coche del vecino, me la suda, disfruto con lo mío. Que tendría que tener ese coche, pues si eso significa criticar la gestión de los golfos y ser exigente, claro, adelante, pero mientras tanto le paso el paño a mi coche, que es mío.
Y no me vengáis ahora con que hay que exigir, con que hay que luchar, y demás, porque a otro se lo podréis decir, pero a mí, NO. Y a Pereira, con el que discuto de fútbol más que con nadie, con el que nunca estoy de acuerdo en nada deportivo, pero al que entiendo perfectamente en todo lo que tiene que ver con la camiseta, el escudo y el corazón, al que siempre he visto ahí, precisamente, tampoco.