Bacharach: Yo en esto estoy con Simeone. El atleti nunca ha sacado nada de quejarse públicamente de los árbitros, y cuando lo ha hecho ha sido luego recibido en todos los campos con enorme hostilidad. Esa batalla ha de ser librada en silencio, en los despachos, porque la gente tiene aceptado que con el trampas va a recibir arbitrajes negativos, pero con el atleti se considera un atropello hasta un error en un saque de banda. Ahí tenemos al Sevilla. En el partido del atleti el árbitro les pitaba un corner en contra y se lo comían, ayer les hacen un gol en fuera de juego clamoroso y no protesta ni el portero payaso. El trampas puede manejar ese asunto a su gusto, porque el trabajo sucio se lo hace un madridismo mediático con un enorme poder de intimidación, pero el atleti no. El atleti tiene que jugar al fútbol, en las condiciones que se den, y no debe concentrarse en otra cosa que en mejorar lo que puede mejorar. El árbitro estuvo mal, como lo está siempre ese árbitro. Pero no es aceptable que el atleti vaya a Almería y no le cree una sola ocasión de gol a un equipo cuyo portero es Esteban. Que el contrario para mucho el juego, que el contrario se cierra, que el árbitro no pita faltas, todo eso hay que saber jugarlo. Contra el Almería no podemos tener un partido igualado.
Simeone no es idiota y sabe muy bien que, si larga en público lo que piensa, nos pueden quitar incluso el tercer puesto. Acordaros de las declaraciones sobre la final de Copa que hizo en Argentina, meses después de ganarla, cuando contó que el Trampas quería incluso poner todos los recogepelotas y logró que fueran mitad y mitad.
En todo caso, estoy con Chinasky en que hay partidos, como el de la Cuadra y el de Almería, que no se pueden juzgar por el juego, porque la influencia del arbitraje es tan grande que determina todo lo demás. El codazo de Ramos a Rulo en el minuto dos de la cuadra deja claro de qué va la cosa, y la acumulación de pequeños robos en jugadas más o menos nimias te mina absolutamente el espíritu de lucha si en cada acción de ataque permiten una ilegalidad o una interrupción.
Los Texeiras, Undianos y Closes son internacionales y tienen mucha experiencia, y con la espada de Damocles de la nevera o el descenso a Segunda -mensaje mafioso: educar a uno para enseñar a muchos-, y la presión brutal de Florentino amenazando con reventar la cúpula arbitral son muy capaces de decidir un partido sin tener que tragarse penaltis o anular goles, que llegado el caso se hace también.
Es decir, que se juntan dos cosas: el equipo tiene que buscar una nueva forma de jugar que le permita romper muros y superar los arbitrajes parciales, pero las dos cosas a la vez son muy difíciles de hacer, sobre todo si te faltan Filipe, Koke, VIlla y Courtois.
Fijaros que el penalty de Aranzubia se lo inventa por la cara, lo cual es absurdo porque ya no hacía ni falta. Pero se trataba del gol que le daba el liderato al Trampas esa noche; el mensaje, otra vez, es: si no paráis vosotros de joder, os vamos a parar nosotros aunque se note y sea un escándalo mundial.
"¿Pupas? No sé lo que es eso. Estuve aquí cinco años y gané Copa, Campeonato, Europa League y Supercopa de Europa. No sé lo que es".