Que lagrimones, joder! Que recuerdos... Estuve en todos los partidos de casa y un buen puñado de los de fuera, empezando por aquella noche de agosto en Sevilla con un calor que me quería morir, y terminando con la doble visita a Valencia, el Malaga en casa, del que no se me va de la cabeza la rosca de Adrián a la escuadra, que no había vuelto a ver. El último lo vi en casa, con todos los míos, y fue, fue... ufff... Que orgullo, y que ganas de volver al Calderón!
Derrochando coraje y corazón.