Lo que tengo claro es que con el Cholo hay dos cosas: una, nos ha vuelto a hacer competir y estar al máximo nivel, ganar varios títulos y a vivir una de las mejores etapas de nuestra historia. Dos, su naturaleza nos ha impedido hacer algo todavía más grande. Y no pasa nada, no me quejo porque lo conseguido es muy grande y no he podido ser más feliz, pero tanto lo primero como lo segundo, lo veo claro. Y me explico en lo segundo… Su naturaleza le impide ir de verdad con valentía a ganar. Le pide esperar y dar un zarpazo, le pide no ir de frente, ir agazapado. Es así, él es así, para lo bueno y para lo malo. Por eso, por mucho que ha intentado cambiar, y lo ha hecho, cada vez que tenemos una ventaja, nos agazapamos, dejamos que nos acosen, tenemos miedo de perder lo conseguido, y pasa que muchas veces, pierdes. Porque la vida penaliza más al que tiene miedo de perder que al que tiene ganas de ganar. En la primera liga, esa obsesión de ir timoratos nos hizo ir perdiendo ventaja, tener que jugar partidos decisivos a tope y perder con ello por lesión a nuestros dos mejores jugadores para la final de Lisboa. Pero todo esto se ha ido viendo después muchísimo más claramente cuando hemos ido teniendo cada vez peores equipos (y él lo ha permitido pecando de condescendiente con el dúo). Si eliminamos al Bayern, por ejemplo, fue por tener un gran equipo comprometido con muchos jugadores en su top y defendiendo como leones. La última liga, casi la perdemos teniendo una ventaja inmensa por miedo, por perder partidos absurdos, y solo cuando ya no queda otra, vamos de nuevo a la desesperada, y la consigues porque tienes un Suárez. Lo de ayer, fue un claro ejemplo de lo que es el Cholo… Puede que de primeras y aprovechando el tirón de jugar en casa vayas a por el rival, pero en cuanto tienes una ventaja, te metes atrás, te dejas dominar, esperas tu oportunidad, te agazapas. Y te arrollan. No entiende que ese mensaje es decirle al rival que sí, que le puedes amenazar, pero que eres “suyo” y le haces crecerse. Y tienes mucho peor equipo, ahora sí que eres suyo de verdad, no tienes un Falcao, un Costa o un Suárez arriba, tienes a Morata y a un exfutbolista. Y no tienes atrás a un Godin, a un Miranda, a un Filipe Luis, o a un Savic-Giménez en su mejor nivel. Vas a Alemania a ser dominado, a ver si hay suerte y no entra, como hace años pero con infinitamente peor equipo… Y solo cuando lo tienes perdido reaccionas. Lo bueno es que te vuelve a salir, te vuelves a poner por encima, porque la vida premia al que quiere ganar, no al que no quiere perder. Pero de nuevo, con ventaja, a verlas venir… y hostión, porque tu equipo ahora es débil y has permitido que lo sea con el paso de los años. El equipo es viejo, porque lo prefiere, prefiere el colmillo retorcido del veterano que espera, a las ganas y al entusiasmo del joven que le puede desguarnecer atrás por querer ir para arriba.
Cada vez que hay ventaja, nos agazapamos, es su naturaleza. Se le ve incluso en su manera de saludar al entrenador rival, no va de frente, esconde la cara agachado en el abrazo. Cada gesto de cualquier persona te denota el carácter.
Esto, no quita todo lo bueno que nos ha dado, y no quita mi agradecimiento eterno, pero son las dos caras, y así lo pienso. Y no, no compro discursos, no me creo gilipolleces de los medios… Pienso por mí mismo, es lo que veo y es de lo que estoy convencido.
Lo de ayer, doliendo, no hay mal que por bien no venga, y podemos centrarnos en intentar quedar cuartos o terceros, cosa que otra eliminatoria nos habría complicado y no tenemos nivel para competir la CL, esa es la realidad. Y sí, podemos decir que los 50 kilos para carasartén y blablabla, pero no puede haber doble discurso, doble rasero… A mí no me puede hacer más ilusión que el Atleti juegue, y con su escudo, un mundial de Clubes. Eso es la hostia, y es importantísimo para que un inversor, el que sea, compre el club y nos libremos de la gentuza del palco de una vez. Y eso, es mérito del Cholo, porque esto no es para denostarle, esto es para decir lo bueno y lo malo que me parece de él, como he hecho en otras ocasiones.
Lo malo de la Ópera es que se despierta uno sobresaltado en algunos momentos. Óscar Pin.