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Dime qué me has liado que te temo. Eres un liante (risas). Madre
mía, estoy ansioso. Nunca me pongo nervioso, pero quiero saber qué me
tenéis preparado".
Estas fueron las primeras declaraciones de Robinho cuando llegó a
las 17:00 horas de ayer a Buddha del Mar, lugar en el que fue citado
para el reportaje. A su lado conducía Junior, conocedor de la sorpresa,
pero perfecto cómplice. Cuando entramos en la sala, el Buddha ofrecía
un aspecto desconocido: no había nadie... O eso creía el crack
brasileño.
En un anexo de la sala principal ya le esperaban desde hacía media
hora Baptista, Drenthe, Marcelo, Pepe, e incluso Simao y David
Bustamante, un atlético de pro y un gran amigo del brasileño que no se
quisieron perderse la fiesta sorpresa de un jugador que se ha
convertido en el niño mimado de todos sus compañeros. Además de estos y
de otros amigos del crack como Cayo o Grego, le esperaban dos
sorpresas: un grupo de hip hop llamado C-Girls y un grupo de samba
brasileño de Renato Promociones. La fiesta estaba preparada, pero se
iba a hacer esperar un poco. Antes, por supuesto, tocaba hablar de
fútbol y de Robinho.
Queda Liga.
Lo primero que quiso dejar claro el brasileño fue que a pesar de que
la victoria del Calderón fuera vital, la Liga aún no está ganada:
"Quedan muchos partidos. Sabemos que estamos en el buen camino, el
equipo está bien, con mentalidad positiva, pero todavía la Liga no ha
terminado. Queremos seguir jugando así porque estamos felices y ojalá
podamos ser campeones".
Respecto a su estado de forma, el crack no dudó en confirmar su buen
momento: "Estoy cada año mejor y espero seguir jugando bien y
principalmente en los partidos decisivos. Primero tenemos al
Villarreal, luego la Champions y sé que tanto el equipo como mi
entrenador confían en mí. Sé que la gente del Madrid me quiere. Espero
que la gente pueda ver al mejor Robinho en los próximos encuentros".
Tampoco se escondió cuando fue preguntado si disfruta más con
Schuster que con Capello: "Seguro que disfrutamos más con Schuster
porque jugamos más a gusto, mejor, como la gente quiere. En el Madrid
no vale sólo ganar. Hay que ganar y jugar bien y Schuster tiene esta
filosofía. A veces ganamos sin jugar bien, pero hay partidos así para
ganar la Liga. Fíjese lo que pasó contra el Mallorca. Jugamos bien y
perdimos. Eso fue muy duro".
Su mejor regalo.
Hoy que cumple 24 años Robinho no quiso perderse la oportunidad de
pedir dos deseos y todos relacionados con el fútbol: "Mi mejor regalo
será ganar al Villarreal, jugar bien y ojalá pueda marcar un golito el
domingo porque voy a estar muy feliz". También reflexionó sobre su
unión a un madridismo que cada día le quiere más: "Me llena de orgullo.
Me deja muy feliz porque yo no veo la hora de que empiece el siguiente
partido en el Bernabéu para poderle hacerle feliz. En el Madrid tienes
que estar preparado para aplausos y pitos, pero hay que seguir
luchando".
Respecto a su futuro, Robinho no titubeó y se unió al club de Sergio
Ramos y de esos jugadores que quieren finalizar su carrera de
madridista: "Seguro que me quiero retirar en el Madrid. Este es un
equipo para estar toda la vida, en lo bueno y en lo malo. El club es el
mejor, la ciudad es buenísima. He dicho que quiero dejarlo con 30 años
como campeón de Europa. Si las bicicletas me siguen saliendo me quedo y
si no me tendré que retirar". (risas).
La sonrisa que mostró Robinho en toda la tarde se le borró de la
cara cuando salió sobre la mesa el tema Ronaldinho: "No sé si le está
faltando el respeto. Ronaldinho es la mayor estrella del Barcelona.
Cuando el Barça no juega bien la culpa es de Ronaldinho. Es un fenómeno
y es un gran jugador y con trabajo y lucha puede ser el de siempre. No
ha cerrado su ciclo allí todavía y le queda mucho por darle a ese
equipo".
De la seriedad pasó a la risa cuando se habló de Rijkaard y de sus
declaraciones llamando "gordito" a Ronaldo: "Cuando estaba en el Madrid
Ronaldo no estaba gordo. Ahora no lo sé. Hace tiempo que no le veo y lo
único que sé es que cuando él está bien es el mejor delantero del
mundo".
¡Y llegó la fiesta!
Y tras la entrevista llegó el momento de abrir los regalos, antesala
de la fiesta: un casco vikingo para recordarle de dónde viene y a dónde
va, una piruleta del Real Madrid a la que besó, un gorro con un balón
de fútbol y la locura llegó con los calzoncillos de Ronaldo llegados de
Milán: "Madre mía, muy bien, son de Ronaldo... ¿Veis cómo no está tan
gordo? Muchas gracias. Esto me da muchos ánimos para jugar el domingo.
Sé que contra el Villarreal jugaremos un partidazo, será difícil, pero
seguro sé que el Madrid entrará a tope para sacar los tres puntos.
Espero poder marcar un golito para celebrar los regalos que me habéis
hecho. Apuesto por una victoria del Madrid con un gol mío".
Y tras esta respuesta salieron desde la nada sus compañeros de
equipo, una tarta gigante con dos velas que mostraban sus 24 años y el
grupo de batucada, que entonó el cumpleaños feliz al más puro estilo
brasileño (incluso el holandés Drenthe se arrancó a intentarlo, lo que
provocó la risa del resto).
Cuando Robinho giró la cabeza y vio la fiesta que tenía preparada
sólo pudo decir: "No me lo creo. Gracias de verdad". Robinho, Pepe,
Baptista, Drenthe, Marcelo y Simao pasaron a unos sillones cercanos a
un escenario donde, tras descorchar la botella de Champagne y brindar
por "la Décima", Simao afirmó: "Yo no juego Copa de Europa, pero le
deseo que sea feliz". El hip hop y la batucada fueron las estrellas de
una tarde en la que Robinho vivió la fiesta sorpresa más feliz de toda
su vida. Y que cumplas muchos más crack...
Esto es lo q ocurrio, juzguen ustedes, y no se dejen influenciar por nadie.