Chinasky: Sí, es cierto, manejamos conceptos muy diferentes, no de un 5, sino en general de todo, pero es algo que ya sabíamos.
Pues me parece que no. Siento ser portador de malas noticias. Lo que te he leido (y exceptuando aquel primer incidente) suele parecerme bastante correcto. Igual que lo que leo a otros foreros, con los que suelo coincidir en opiniones... hasta que llega el tema Raúl García, en el cual la lógica y el análisis desaparecen, y llegan los dogmas.
Parece que las valoraciones del jugador son totalmente independientes de lo que ha sido el equipo en los años en que estuvo aquí. Decís que evitaba que el equipo se partiera... pero es que el equipo se partía sistemáticamente. Decís que era el alma del equipo... y era un grupo sin alma. El equipo no carburaba y él estaba en la sala de máquinas. No es solamente culpa suya, desde luego (empezamos por entrenadores lamentables, y seguimos por compañeros incompetentes), pero es que él tampoco fue solución. Las plantillas en las que estuvo creo que eran bastante mejores que la actual, la más corta en años. Y contaba con dos delanteros de nivel mundial, a los que bastaba ponerles la pelota medio en condiciones para tener gol. Y él, particularmente él, no les ponía esa pelota medio en condiciones. Incluso si esta valoración general del conjunto no os sirve, aún quedan argumentos estrictamente individuales. Su rendimiento fue decreciente según pasaron las temporadas, y ni es sus mejores momentos aquí llegó al nivel que mostró en Osasuna.
En cuanto a los argumentos habituales en su favor:
1. Jugó fuera de sitio. Esto creo que le ha pasado al 80% de jugadores del equipo en el último lustro, con plantillas tan cortas que siempre alguno acababa fuera de lugar. Este argumento se aplica desigualmente, ya que a otros no se les concede tal atenuante -por ejemplo, a su otrora competidor directo Tiago-. Y en todo caso, si juegas cuatro años seguidos en una posición y eres buen jugador deberías adaptarte a ella, no el equipo a tu juego.
2. La gente la tomó con él. Por favor, no hay afición más blanda que la del Calderón. Con dos partidos buenos callas cualquier atisbo de crítica, diganselo a Reyes, Perea o el mismo Salvio por poner el caso más reciente. Y hay que hacerlo rematadamente mal, y durante un número de encuentros importante, para que la tome con alguno -sistemáticamente, no confundir con los pitos esporádicos ante un fallo o mal gesto, que le pueden caer a cualquiera, como a Falcao el otro día, siendo uno de los favoritos de la grada-. En los últimos años se ha silbado con insistencia, así que recuerde de primeras, a Cleber, Mariano Pernía y el Forlán prejubilado. Y a Raúl García también.
Terminando: es jugador nuestro, me alegro porque le vaya bien, y espero que a su regreso triunfe. Que es justamente lo que no hizo en su primera etapa.