Es norma entre los ex-jugadores de la época Gilista, todos hablan con la boca pequeña, con medias palabras, la mayor parte ha salido escaldado, que no habrán pasado con estos mafiosos.
El único que ha salido colocado es Tomás, y ya sabéis dónde acabó, es triste pero casi todos callan por miedo a represalias, la mano de cara sartén llega lejos, y todavía tiene fuerza para joderte la vida, menudo elemento.
Si aquellos héroes del doblete abrieran la boca de una vez, y contaran las miserias soportadas... Si alguna vez se decidieran a hablar los componentes de la plantilla del añito del descenso... Si alguien dijera una verdad de una puñetera vez...
Sueños...