Bacharach: no hay debate.
Efectivamente no hay debate, pero a este chico le ha hecho mucho daño la campaña de encumbramiento lanzada por la prensa a raiz de su llegada a la élite, así como el mareo diario sobre su posible salida del club y la constante estancia en candelero en actos públicos.
Es un buen portero, pero debería volver a los origenes. La frescura que trajo a la portería en sus inicios la ha perdido, apenas abandona la sombra del palo, juega muy retrasado incluso cuando su equipo está en el área contraria, no domina el juego aereo a pèsar de sus excelentes condiciones, y no elige muchas veces la mejor opción.
Ayer no hizo, ni mucho menos, el gran partido que se comenta y vendría bien que le enseñaran el vídeo del encuentro de ayer para corregir sus errores, en vez de alabarle sin límite tras cada partido.