Olor a césped mezclado con un leve aroma a azahar, noche espléndida sevillana de un mes de junio cualquiera, lágrimas derramadas, sabor a derrota, dos aficiones que gritan mientras un rey divisa el espectáculo atónito. Los derrotados no se marchan y funden sus gargantas en un solo grito para dejar boquiabierto a un país entero... “¡¡Radomir te quiero!!”
Rado, desbordado por tantas emociones juntas, se aproxima al fondo sur del Estadio Olímpico, los ojos le brillan, tiene el alma rota, el contrato cumplido y ante sus rostro derrotado, miles y miles de hinchas le dan las gracias. Lo que se vivió durante unos treinta minutos tras finalizar aquella final de Copa de 1999 quedará en la memoria de muchos aficionados al fútbol. Jamás el nombre de un entrenador había sido coreado al unísono por miles de hinchas después de haber perdido una final.
Radomir Antic llegó al Atlético de Madrid en julio de 1995. El equipo contaba los últimos años por fracasos en los que terminaba eludiendo el descenso a ultima hora. Era el “noveno proyecto Gil” y, por primera vez, en aquella presentación no se vendió humo. Nadie prometió títulos; solo trabajo y concentración en objetivos cortos, una filosofía que impedía pensar más allá del próximo partido: se hizo común en el vestuario el slogan "partido a partido". Cogió una plantilla con la moral por los suelos y la convirtió en un equipo ganador, pero no fue todo coser y cantar. Para ello tuvo que enfrentarse a Gil desde el principio. Se plantó en el despacho presidencial diciendo que si no querían pagar los cien millones que costaba el fichaje de Milinko Pantic, él mismo los pagaba de su bolsillo. Era un enfermo del fútbol que cuidaba hasta el mas mínimo detalle. Mandó pintar las redes de las porterías de rojiblanco. Llegó a secar el césped con un helicóptero. Todas las semanas organizaba una jornada de convivencia entre jugadores, empleados del club y periodistas con el fin de que todos fueran una piña. Tuvo algún roce con jugadores como Kiko o Simeone, pues Rado era un entrenador que exigía a sus futbolistas siempre un poquito más. Si estás al 98%, Rado te exige que estés al 99%, y eso no todos lo asumían de buen grado, pero el resultado es claro: (25 de mayo de 1996) campeones. La temporada más exitosa en toda la historia de la institución con unos recursos un tanto limitados.Pero Rado sabía que habían sido campeones, en parte, porque Madrid y Barcelona no habían estado a la altura. Aún así, tenia la convicción de poder seguir peleando por todo. Para ello pidió tres fichajes y, una de esas peticiones, quedará para la historia como uno de los grandes "errores" de la familia Gil. Me refiero a Ronaldo. Éste tenía 19 años y jugaba en el PSV. Rado se puso muy cabezón, pero no le bastó y, por una diferencia irrisoria de 100 millones de pesetas, Gil desestimo su fichaje. En su lugar fichó a Esnaider y no firmó a Zamorano porque gran parte de la afición encabezada por el Frente (era otro Frente bien distinto al actual) se opuso con una gran protesta. Ronaldo se presentó semanas después en el Nou Camp con la camisera del Barcelona, el resto ya lo sabe todo el mundo... Los otros dos fichajes que pidió eran Jokanovic y Onopko; en su lugar llegaron Bjbel y Prodan. Aun así el equipo dio la cara y cayó mas que dignamente en cuartos de final de la champions ante el Ajax. Si hubiéramos tenido a Ronaldo...
Al año siguiente Gil asumió su error e intento enmendarlo, por una vez, tirando de talonario. Vinieron Vieri, Juninho, Lardin, Bogdanovic, Jose Mari... y se marcharon Simeone y Esnaider. Pero ese año la mala suerte se cebó con el equipo. Lardin tuvo un accidente de trafico que casi le cuesta la vida, desde entonces no volvió a ser el mismo. Vieri metía cada balón que le llegaba, pero a su vez era una bomba de relogería para el vestuario, además de lesionarse constantemente. Michel Salgado envió a Juninho al hospital y se perdió casi toda la temporada. Todo contratiempos. Aún con todo y con eso, se consiguió llegar a semifinales de la UEFA y a clasificar cuartos en liga. Demasiado poco para la paciencia de “el Nerón del palco”. Rado se despidió del Calderón como pocos lo han hecho, ganando 5-2 al Barcelona. Los chicos que por aquel entonces éramos del Frente realizamos un tifo con la cara de Antic, miles de tiras de plástico rojas y blancas con su nombre serigrafiado en cada una de ellas y dos pancartas. Una colgaba del anfiteatro y decía en grande “Muchas Gracias”. La otra estaba colocada encima de la pancarta del Frente y venía a decir mas o menos lo mismo pero en serbio “CUVA BOG RADA SVOG”. Al terminar el partido la gente del fondo sur no se movió y permaneció allí coreando el nombre de su entrenador durante varios minutos. Rado se dirigió hacia el fondo y aproximádamete una docena de muchachos pudieron saltar al césped a darle la mano. Servidor tuvo la suerte de ser uno de ellos. Nunca olvidare ese momento.
Años después, con el club intervenido judicialmente gracias los tejemanejes políticos de Gil, Antic aceptó la propuesta del administrador judicial, Rubí Blanc, para volver al banquillo colchonero. El reto era mayúsculo: coger a un equipo sin alma, con jugadores más pendientes de que no les metiesen en la cárcel que de competir, desahuciado en los últimos puestos de la clasificación. Fue aquella maldita tarde en Oviedo, pero la suerte ya estaba echada mucho antes, y ni un milagro hubiera podido hacer que el equipo no descendiera a segunda aquel año. Era una plantilla compuesta por jugadores contrastados a la que Ranieri no había sabido sacar su jugo, pero el verdadero motivo de aquel fatídico descenso era el estado anímico y de abandono que tenían los jugadores. Rubí bajaba a menudo al vestuario y amenazaba a los futbolistas. Les decía que al que estuviera cobrando dinero negro le iba a meter en la cárcel. Todo menos lo que debe de ser el vestuario de un equipo de élite. Rado lo intento hasta el final aún a costa de su bien ganado prestigio, pero no pudo ser. Como tampoco pudo ser que ganáramos la tercera final de copa que jugábamos con el serbio en el banquillo. La perdimos en Mestalla contra el Espanyol gracias a aquel portero de cuyo nombre no quiero acordarme. Los Gil recuperaron el control del club y no renovaron el contrato de Antic. Este se había ofrecido a entrenar gratis en segunda en un alarde de honradez y generosidad sin precedentes, pero ni por esas.
Radomir mantuvo su abono del Atleti, así como su mujer y sus hijos (aún hoy son asiduos de la grada del Calderón), pero siguió ejerciendo su profesión de entrenador en otros equipos. Sus detractores dicen que descendió al Oviedo y al Celta. Pero hay que ser muy necio y malintencionado para decir tal cosa. En la capital asturiana se encontró con una dificil papeleta. Salvó a aquel equipo del descenso el primer año, y al segundo, lejos de hacer caso a sus peticiones, vendieron a los mejores jugadores y no ficharon a nadie, era un club en descomposición. Recuerdo que Antic se ganó la reprobación popular al afirmar en la prensa que tenia una plantilla de nivel para 2ªB, cosa que por otro lado era cierta. Esa presión no le sirvió de nada y remó contra corriente donde cualquier otro hubiera saltado de aquel barco a la deriva, él no.
En Vigo la situación no que se encontró no fue mucho mejor. El equipo llevaba toda la liga en puestos de descenso, y él llego con al menos dos tercios de liga cumplidos y sin tiempo de reacción. Quizá el error de Rado sea aceptar retos demasiado difíciles que otros eluden sin dudar ni un solo instante.
En Barcelona enderezó el rumbo del equipo, hasta el punto de realizar una de las mejores segundas vueltas que se recuerdan en Camp Barça, pero las elecciones presidenciales se lo llevaron por delante.
Hoy en día Radomir es habitual colaborador en las retrasmisiones de la cadena Ser. Es muy critico con todo lo que rodea al Atlético de Madrid, cosa que uno echa muchísimo de menos en todos los estamentos del club y en la prensa deportiva en general. Es éste un club sin critica alguna, cosa que a mi modo de ver es uno de los grandes males este Atleti que nos está tocando vivir. Esto hace que muchos de los conformistas que no tienen ni idea de lo que es este club se pongan en su contra y le critiquen, incluso llegando al insulto. Es indignante.Rado, solo espero que sigas en tu línea, que sigas amando este bendito deporte como siempre lo has hecho, y que sigas queriendo como quieres a este grande venido a menos. El que es del Atleti de verdad, el que sabe lo que es "subir y bajar de las nubes" jamás te olvidará. La historia tampoco. En el corazon de un estadio entero aún resuenan los ecos de antaño... ¡¡¡ RADOMIR TE QUIERO!!!
CUVA BOG RADA SVOG
Derrochando coraje y corazón.