A mí Mariano, sinceramente, me la suda si se ofende, se enfada o se echa a llorar. Para mí es una ofensa verle jugar en mi equipo y verle en un terreno de juego es para echarse a llorar. Si no te gusta que te critiquen y se rían de ti, pues no saltes al campo porque lo que haces es para que se rían de ti.
Que también es una ofensa ver a Seitaridis y Maniche, pues sí, pero una cosa no excluye a la otra. Éstos son un par de golfos.
A mí me parece mezquino reírse del tonto, del débil, del diferente del grupo, pero por favor, no confundáis. Reirse de ese tipo, por mucho que corra, no tiene nada que ver con ser mezquino, ni con reírse del débil, es criticar al más inútil entre los inútiles. Es un juego, un deporte y por desgracia un espectáculo, con público que decide, aplaude, critica o se ríe, y este tipo cobra por ello y si la grada se parte la polla de él, pues que se joda y siga cobrando, o que se retire. ¿Qué es un profesional y hay que respetarle? Y una mierda, qué coño va a ser un profesional del fútbol. Será un tipo esforzado, honrado y lo que queráis, pero un profesional es el que hace bien un oficio y éste no tiene ni *** idea ni de qué va el suyo. Pero vamos en el mismo saco está Perea, al que cada día trago menos, Pablo y la caterva de inútiles que les acompañan. Profesionalmente respeto a Simano, a Aguero, a Forlán, a Maxi, al que por desgracia cada vez respeto menos como pelota y palmero de los golfos, a Ujfalusi y a algún otro, pero cuando se ríen de mí y de nuestra camiseta me cago en todo lo que se mueve, sean o no buenos futbolistas.
Bua Bua Bua, la protesta estuvo mal porque se rieron del pobre Mariano. Anda y que le follen al pobre Mariano. Con los años que llevamos para que la p.uta grada se cabree y proteste y me voy a preocupar de si Mariano se pone triste. A mí si que me pone triste verle saltar al césped con la rojiblanca. Que le jodan al tal Mariano y al resto de sus compañeros. El objetivo es uno sólo: LOS GOLFOS, pero si por el camino hay que cagarse en todo lo que se mueva, pues se hace y punto. Esto es una guerra y en la guerra no hay ni moral, ni ética, ni pollas en vinagre.