Será la gran propuesta electoral de Angel María Villar

Aspirar a organizar la Eurocopa del 2016 será el banderín de enganche electoral de la candidatura de Angel María Villar en las elecciones a la presidencia de la Federación Española de fútbol, el próximo otoño. El presidente quiere convertir este proyecto en una realidad y hará de él el punto fuerte de su programa electoral. Y, lo que es más importante: Villar tiene bastantes visos de poder hacer realidad su sueño cuando, en el 2011, la UEFA designe la sede de la Eurocopa del 2016.

España tiene muchos motivos de peso para defender su candidatura: el primero es casi de justicia, pues es ya el único gran país futbolístico del Viejo Continente que no ha organizado una Eurocopa. En 1964 se jugaron entre el Camp Nou y el Santiago Bernabéu las semifinales y la final del torneo, que acabó con la victoria española ante Rusia con el mítico gol de Marcelino, pero desde luego ese formato de competición, de sólo cuatro partidos, nada tiene que ver con el actual.

Italia, Inglaterra, Alemania y Francia, los otros cuatro grandes países europeos que pueden medirse con el potencial de España –en términos futbolísticos, claro está– sí han tenido su Eurocopa con el formato moderno, es decir, un torneo con fases previas, eliminatorias y gran final.

También la han tenido países de trascendencia futbolística mucho mayor, como en estos momentos Austria y Suiza, o Bélgica y Suecia hace unos años. Incluso Ucrania y Polonia serán sede de la Eurocopa en el 2012. Y, sin embargo, España, que organizó con pleno éxito un Mundial de fútbol en 1982 o unos Juegos Olímpicos una década después, sigue sin haber acogido el gran torneo europeo de fútbol por excelencia.

Villar sabe que para lograr la nominación habrá que luchar con rivales duros de pelar: se sabe, por ejemplo, que Francia presentará su candidatura. Pero el país vecino ya organizó la Eurocopa del 1984 –y, con formato antiguo de semifinales y final, también la primera de la historia, en 1960–, por lo que en justicia la candidatura española debería salir con ventaja.

Desde el punto de vista organizativo, además, España tiene ya mucho ganado. En cuanto a las infraestructuras, España cuenta ya con una serie de estadios cinco estrellas que pocas modificaciones necesitarían para convertirse en sede de la Eurocopa: el nuevo y remodelado Camp Nou sería un escenario inmejorable de la inauguración, como en el Mundial de 1982, mientras que el Santiago Bernabéu sería la sede de la final. Pero es que además en España hay en estos momentos otros tres estadios ‘cinco estrellas’, categoría que la UEFA concede a los recintos que cumplen una larga y compleja lista de requisitos (capacidad, dimensiones, seguridad, acceso, etc.). Son el Estadio Olímpic Lluís Companys, el Estadio Olímpico de La Cartuja en Sevilla y el Vicente Calderón. Algunos otros campos podrían cumplir los requisitos de la UEFA sin demasiados problemas en caso de que fuera necesario.

Esto, en lo que hace referencia sólo a los estadios. Otras necesidades de la UEFA para conceder la organización de la Eurocopa, como la capacidad hotelera, por ejemplo, está plenamente demostrada en el caso español, gracias a su tradición turística. Tampoco habría problemas para cumplir las peticiones de la UEFA en el aspecto de desplazamientos, seguridad, etc.