Lo de Gerrard ayer lo hacen continuamente miles de jugadores, pero en su caso es especialmente cabreante por ser un jugador que siempre ha ido de paladín y máximo defensor del juego limpio, declarando que no hay nada que odie más que el que se finjan faltas, el tirarse a la piscina, etc incluso comentando que si se tirase en el área un compañero de equipo se lo recriminaría, y que después de eso sea él el que se tira en el minuto 93 como si le hubiesen matado y luego encima declara que sin duda fue penalti, es el colmo de la caradura. Otra cuestión es que finja un jugador que no va de santo ni de nada, pero que lo haga uno que va de lo contrario es de vergüenza. Al menos ayer ayudó a que se caiga el mito del 'noble' fútbol inglés.