ENRIC GONZÁLEZ Fútbol internacional
Derrotados y odiados
ENRIC GONZÁLEZ 08/12/2008
Vota
Cuando
uno padece múltiples fracasos, suele esperar al menos un poco de
simpatía por parte de sus semejantes. Pero no siempre es el caso. Ahí
está el Leeds United para demostrarlo: ningún otro equipo inglés se ha
quedado tantas veces a las puertas de la gloria y ningún otro equipo
inglés es tan odiado. Sondeo tras sondeo, el Leeds aparece en la
cúspide de las antipatías.
Si hubiera que buscar culpables, el sospechoso número uno sería Don
Revie. En marzo de 1961, con la sociedad casi en quiebra y el equipo al
borde del descenso a Tercera, la directiva decidió que el delantero
centro, Revie, se ocupara también de entrenar al equipo. La primera
decisión del nuevo técnico fue curiosa: cambió la camiseta del Leeds
del azul y amarillo tradicionales a un novedoso blanco con el único fin
(declarado por el propio Revie) de parecerse en algo al Real Madrid. En
el último partido de la temporada 1961-62, el Leeds evitó el descenso.
En 1964 logró subir a Primera. Y en 1965 empezaron los éxitos oscuros:
esa temporada, como debutante en la élite, el Leeds quedó segundo en la
Liga y finalista en la Copa. Ambos títulos se le escaparon por un pelo.
Revie
ganó dos campeonatos de Liga, en 1969 y 1974. Perdió, sin embargo,
muchos más: su Leeds quedó cinco veces segundo, fue derrotado en tres
finales de Copa y dejó escapar una final de la Recopa en 1973. Esa
final europea, contra el Milan, fue especialmente dura porque el
árbitro, griego, se comportó como un milanista más. No puede decirse,
porque no hay pruebas, que fuera sobornado por los italianos. Sí puede
decirse que, por razones técnicas, después de ese partido fue inhabilitado a perpetuidad.
Las
desgracias del Leeds, como decíamos, no suscitaron ninguna benevolencia
en el resto del fútbol inglés. Quizá porque el Leeds había adquirido
fama de equipo brutal y barriobajero. Sus tres killers eran los
dos centrales, el campeón del mundo (y ex minero) Jackie Charlton y el
durísimo Norman Hunter, y el mediocentro, el espléndido y salvaje Billy
Bremner. El entrenador Revie les exigía que mordieran: "Revie siempre
nos decía que fuéramos durísimos en la primera entrada porque ningún
árbitro te amonesta a la primera. Yo pegaba al contrario, le ayudaba a
levantarse, pedía perdón al árbitro y muchas veces ya no volvía a ver
al jugador en cuestión", explicó Hunter años después de retirarse.
A
Bremner, cuya piel es definida como "azul y negra" (por los moratones)
en el himno del Leeds, le cayó en 1975 una inhabilitación de por vida
por los disturbios ocasionados en un bar de Copenhague durante una
borrachera. Murió en 1997, a los 55 años, de un ataque al corazón. En
la entrada de Ellan Road, "uno de los estadios más intimidantes de
Europa" según Alex Ferguson, una estatua honra para siempre la memoria
de Bremner. Los hooligans del Leeds, que la policía británica
sigue catalogando entre los más peligrosos, suelen darse cita ante la
estatua de Billy Bremner.
Aquel Leeds tremendo lanzó su canto del
cisne en 1975 con una final de la Copa de Europa ante el Bayern de
Múnich. El Leeds perdió, por supuesto.
Hubo aún otro Leeds que
pasó a la historia. Fue el de 1991-92, entrenado por Howard Wilkinson y
con jugadores como Gordon Strachan, Tony Dorigo, Lee Chapman y Eric
Cantona. Ganaron la última Liga convencional, la última antes de que en
el verano de 1992 se creara la lujosa Premier League con el
dinero de la televisión de pago y la diferencia entre los clubes ricos
y los clubes pobres se hiciera prácticamente insalvable. El Leeds
batalla ahora en la League One, el equivalente a la Tercera División española.
-------------------------------------------------
Ja, ja... cuando cambiaron el uniforme a blanco por lo que lo cambiaron, y optaron por esa vía de ganar a cualquier precio, vendieron su alma al diablo.
Por cierto, para todo aquel que no lo haya leído, recomiendo "Damned Utd.", una especie de tragedia griega ambientada en el mundo del fútbol. Próximamente, en cine.
Ya casi ni me queda coraje, ni me queda corazón.