Landaburu: Mithrandir:
Bacharach:
Juninho no fue nadie nunca. Un Rosicky cualquiera.
Cuando vino había sido nombrado mejor jugador de la premier. El rato que estuvo sano aquí era el jugador mas desequilibrante de la liga, y no lo digo yo. Aún recuerdo la portada del balón unos meses después de su llegada que rezaba "¿Cómo se puede parar a este hombre?". La pena para nosotros es que encontaron la manera de pararle, vaya que si. Típico jugador que si llega a caer en otros equipos que no tengo ni que nombrar, se tira 8 años ganando títulos. Pero cayó aquí y lo demás es historia.
Y aparte, ganó un Mundial...
Por supuesto, era mejor que Petrov o que Juanchi González, no quiero decir que no, pero nunca fue ese crack que se quiso vender. Y en ese momento lo que este equipo necesitaba era eso, un crack, pues a quien se sustituía era a un Simeone que había dado un rendimiento enorme. ¿Que vino después de ser nombrado mejor jugador de la premier? Sí, y también dejando a su equipo penúltimo y a segunda. ¿Que sufrió una lesión grave? Muchos grandes futbolistas han tenido lesiones graves, y está claro que te afecta, pero se supone que les afecta menos a quienes no dependen tanto del físico como del talento. Demasiado simplista. Su carrera en Europa se resume en tres temporadas en Inglaterra, en las que queda 11, 11 y descenso, dos en España, en las que queda el 7 y el 12, y una en Escocia, en la que forma parte de una de las pocas plantillas del Celtic que no han ganado la liga. En su primera temporada aquí empieza como un tiro, pero allá por Enero, cuando le lesiona Salgado, lleva ya un par de meses en los que es protagonista de un equipo en una soberana crisis de juego y vestuario, recién eliminado de la copa (Enero aquí siempre ha sido el mismo Enero) y con el rombo de Antic haciendo aguas. En su segunda temporada Sacchi dio con el lugar ideal para su tipo de juego, demasiado liviano para jugar en punta, demasiado limitado en lo defensivo como para jugar en mediocampo: titular un partido de cada tres, el resto media horita a lo Onésimo. Cuando se fue de aquí jugó en 6 equipos distintos en 6 años. No, no fue un crack. Y no creo que nadie que piense que sí que lo era deba ofenderse por verme compararlo con Rosicky, pues se parecen como dos gotas de agua: mucha conducción, mucho alboroto, y la imposibilidad de encartarlos en sistema alguno.