Normal
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Me he tirao la hostia de años fijándome solo en los
muñequitos del futbiolo. Especulando con alineaciones de muñequitos sobre varas
de metal. Divagando acerca de místeres divinos y humanos. Mirando a ver si la
pelotita era redonda pa los demás, y cuadrá pa nosotros... Nunca más. He
aprendido, me habeis enseñao muchos de vosotros, a mirar por debajo de la mesa.
A ver si nos están tangando. A leer otras cosas que la prensa generalista no
cuenta.
Y ahora, solo tengo ojos pa las manos que gobiernan el
futbolín. Que, siendo buenas, ganas y, siendo un desastre, palmas. Como era de
ley en los billares del barrio. Sobre todo si llevas jugando doce años sin
trofeos, y le echas el marrón a los muñecos.
No te digo ná si te han robao el mismo futbiolo...
Sigo, como el Rígoli:
Lo único que comparto entre “empresas” de curro y
futboleras, es el cuarto de hora del bocadillo.