El tercer accionista del Club Atlético de Madrid SAD, Fernando García Abasolo, expresa a través de AS su deseo de que el triunfo en la Europa League sea el factor de un comienzo para que la entidad retome la senda del éxito y confía en que el Consejo de Aministración no defraude a la afición.
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Un Atleti campeón. Nuestro Atleti es Campeón de Europa.
Nuestro Atleti ha jugado la final de la Copa del Rey. Los que hemos
vivido en directo las dos últimas finales europeas perdidas, en 1974 y
1986, entendemos perfectamente el estallido de emoción, lágrimas,
alegría infinita y euforia que nos embargó a todos en la final de
Hamburgo. Un estadio magnífico en una ciudad sin vocación ni capacidad
para organizar una final europea, nos permitió vivir el que,
probablemente, ha sido para mí el día más feliz de mi ya larga vida de
atlético.
Periodo de oscuridad. Y no porque no haya vivido otros
(Intercontinental, varias Ligas o varias Copas), sino porque este nos
debe sacar de una penosa travesía del desierto de catorce años. Y, ahora
más que nunca, hay que volver a preguntarse el porqué de estos catorce
años, porque no podemos permitir que estos éxitos sean como un potente
flash cuya luz desaparece inmediatamente, dando paso a un nuevo período
de oscuridad de otros catorce años.
Ejercicio de catarsis. Las épocas de crisis dan una
oportunidad única de realizar un ejercicio de catarsis, para abordar los
cambios imprescindibles en las organizaciones. Y yo espero y deseo,
entre otras cosas por el aprecio que le tengo, que Miguel Angel Gil,
después del convulso inicio de temporada, lo haya hecho. Porque no
debemos deslumbrarnos. El análisis frío de la temporada nos arroja más
sombras que luces. Ha sido una temporada extraña que ha pasado del
suspenso más rotundo en sus dos primeros tercios al sobresaliente en el
último. Pero afortunadamente ese último tercio, que es el que finalmente
cuenta, tiene que ayudarnos a sepultar definitivamente el que ha sido
uno de los grandes problemas de estos últimos años: la mentalidad
perdedora del club.
Rigor y equilibrio. El camino es claro. Sólo tenemos que tener
la preparación y la decisión de llevarlo adelante:
1º) En lo económico: rigor y equilibrio. Si el club sigue generando
perdidas al ritmo de los años anteriores y engordando su deuda, entrará
en quiebra más pronto que tarde. Afortunadamente, en esta crisis global,
las empresas, los países, empiezan a aprender que gastar mucho más de
lo que se ingresa es una frivolidad que lleva a la ruina.
Exigencia y cantera. 2º) En lo deportivo: volver a los valores
históricos del club, los únicos que nos pueden permitir competir con
cualquiera:
-Exigencia. Tan escasa en el club en estos últimos años, inclusive en
algunos momentos dentro de esta misma temporada.
-Cantera. No mas temporadas con seis u ocho fichajes mediocres a los
que luego hay prácticamente que regalar y más De Geas, Domínguez,
Borjas, Ibrahimas, etc. (gran labor de José Mari Amorrortu). Volvamos a
tener una base en la primera plantilla de jugadores, como en el
Barcelona, absolutamente identificados con el proyecto deportivo y con
la entidad.
Parcela deportiva. Necesitamos estabilidad e independencia en
la parcela deportiva. Debemos apostar por entrenadores estables que
desarrollen ciclos largos. No debemos permitir dobles o triples
interferencias en fichajes. Y hay que hacer proyectos deportivos
coherentes que completen, con algunos fichajes de calidad, el proyecto
básico de cantera. Miguel Angel Gil, si aborda con valentía y decisión
los cambios necesarios puede iniciar un gran ciclo de triunfos
deportivos y estabilidad económica y con ello pasar a la historia del
club como un gran gestor. Yo, como tercer accionista, como miembro del
Consejo y como atlético seré el primero en reconocerlo y aplaudirle.
Estructura bicéfala. Si, por el contrario, con la euforia, no
aborda los problemas del club, en algunos casos derivados de su
particular estructura bicéfala, habrá perdido una oportunidad histórica,
probablemente la última, de cambiar el rumbo perdedor de estos últimos
años.
Momento mágico en el Camp Nou. Los atléticos hemos vivido una
semana maravillosa, de comunión absoluta entre equipo y afición, en la
victoria y, mucho más en la derrota. La reacción del aficionado al
terminar el partido de Barcelona, ya está en la historia del Atlético de
Madrid, como uno de sus momentos mágicos y a ninguno de los que tuvimos
la suerte de vivirlo, se nos podrá olvidar en la vida.
No defraudar a la afición. Yo espero, por tanto, que este
Consejo de Administración, con Miguel Angel Gil y Enrique Cerezo a la
cabeza, estemos a la altura y no defraudemos ni a la afición ni a la
historia del club.