Quique
Flores cierra su peor semana desde que se hizo cargo del Atlético con
la misión de cuestionar la supremacía del Barcelona en el Camp Nou. Un
escenario que no invita al optimismo y en el que la escuadra del
Manzanares ha encajado 14 goles en sus últimas tres visitas. "Tienen un
guion perfectamente dirigido e interpretado, pero el fútbol cuenta con
una parte imprevisible y nos agarraremos a ella", advierte el
entrenador rojiblanco. Por más que Miguel Ángel Gil Marín, el consejero
delegado, le garantice su continuidad, el presidente, Enrique Cerezo,
la otra cabeza de un club desestructurado, tiende al cambio. "¿Si hay feeling con Cerezo? ¿Acaso alguien lo tiene?", esgrimen en el banquillo.
A 28 puntos del líder de la Liga y a 11 de la cuarta plaza, que premia con la Champions,
los enfrentamientos internos entre las distintas familias de la casa
han colocado al Atlético al borde del colapso. "Vivimos en un estado
permanente de excepción en el que las crisis se suceden, lo normal
cuando la falta de comunicación entre Gil Marín y Cerezo es el pan de
cada día", cuentan distintos empleados. Un ejemplo de la tensión
subyacente lo dejó el propio Cerezo en el acto de renovación del
contrato de Agüero el pasado lunes. "¿Qué? ¿Ya te ha quedado claro que
no se va o te lo explica otra vez?", espetó a un periodista.
La
disparidad de pareceres entre los dos mayores accionistas del Atlético
ha provocado que el tercer equipo con mayor presupuesto de la Liga (más
de 120 millones de euros) disponga de la plantilla más corta. El
mercado de fichajes invernal la dejó al límite: 19 jugadores. "La
temporada pasada se jugaron 64 partidos y en esta ya estamos eliminados
de dos competiciones, por lo que solo nos quedan 17. Estamos bien
físicamente y disponibles", razona el cuerpo técnico en público. Otra
cosa es lo que se piensa en privado: "A perro flaco todo son pulgas".
El
Atlético comenzó la temporada con la Supercopa de Europa en el bolsillo
y 22 jugadores a disposición de Quique. Desde entonces han abandonado
la disciplina rojiblanca Jurado, Simão, Camacho y Asenjo. Cerezo,
supuesto responsable del área deportiva mientras el hijo de Jesús Gil
se centra en la parcela financiera y en la explotación y el desarrollo
de nuevos mercados, apenas intervino en las decisiones. Lo mismo
ocurrió con los refuerzos de Juanfran y Elías. Al brasileño le
representa Jorge Mendes, que recientemente influyó en la elección de
Gil Marín como "mejor gestor del mundo". "Sea de quien sea Elías, no le
puedes pedir que se enchufe de inmediato, como ya nos pasó con Salvio",
reconoce algunas de las pocas voces discordantes en el Consejo de
Administración. "La paradoja es que la otra plantilla más pelada era la
del Barça, al que la llegada de Afellay deja con un jugador más que
nosotros. Partiendo de esa base, no es excusa el bajo rendimiento del
equipo", expone Quique.
Por capricho o por causas de fuerza
mayor, las rotaciones han acrecentado la incertidumbre en el Atlético,
en el que Quique no ha repetido alineación. "Tan pronto juegas tres
partidos seguidos de titular como en el cuarto te vas a la grada",
critica un defensa. "Si no juego, me marcho", se le escapó a Assunção
al poco de firmar su renovación, molesto por su suplencia en beneficio
de Mario Suárez. "Y para echar gasolina al fuego, el caso de Forlán.
¿Para qué le cambias con 0-2 contra el Athletic a falta de 10 minutos?
Era evidente que el Calderón le iba a pitar", se pregunta un alto
ejecutivo. El delantero empezará a negociar desde este mes su salida
del Atlético en el verano.
Mientras tanto, Milinko Pantic espera
su oportunidad. "Se lo debemos, para qué engañarnos. Ya se le tanteó
cuando vino el actual entrenador", reconocen en todos los estamentos
del club. "¿Qué equipo está bien? ¡Solo el Barça!", dice el propio
Pantic.
http://www.elpais.com/articulo/deportes/perro/flaco/todo/pulgas/elpepidep/20110205elpepidep_5/Tes
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