En el Marca de ayer
No se habrá hecho tan mal
JAUME ROURES 09/01/13 - 16:36.
Sabido es que ponerse medallas uno mismo no está bien visto, aunque en España hemos llevado este principio al extremo. Parece que el deporte nacional es criticarlo todo sin piedad y, muchas veces, sin mucho fundamento. El mundo del fútbol se inclinó respetuosamente ante el genio, la profesionalidad y la excelencia de Casillas, Piqué, Sergio Ramos, Alves, Marcelo, Xavi Hernández, Xabi Alonso, Iniesta, Messi, Cristiano Ronaldo y Falcao. El mejor equipo del mundo juega en la Liga BBVA. Jugadores de todo el planeta, convocados por el mayor sindicato de futbolistas, estuvieron de acuerdo: el once ideal juega en España.
Con este reconocimiento a los once mejores jugadores se reconoce también la planificación y el trabajo de los clubes y de todos los profesionales implicados en este gran espectáculo. Unos profesionales que, dentro y fuera del campo, han sabido ir engrasando la maquinaria hasta lograr un funcionamiento casi perfecto: el mejor juego en el campo, y pasión y seguimiento fuera de él. El reconocimiento ha llegado en forma de títulos y, el lunes, con la declaración de esos once jugadores como el equipo ideal para 50.000 profesionales del balón.
Dejemos la falsa modestia y pongámonos una medalla merecida
Tal vez hacía falta un reconocimiento internacional de este calibre para que en España se reconozca, sin papanatismos, que la Liga BBVA ha conseguido situarse como la liga mundial por su excelencia, seguida con pasión cada jornada en todos los rincones del planeta. Su evolución en los últimos años ha sido espectacular a pesar de todas las críticas recibidas y de todas las piedras en el camino.
No pasa día sin que las jornadas, los horarios o los derechos sean duramente criticados, muchas veces sin mucho fundamento. Sabido es que en el mundo del fútbol todos nos sentimos un poco entrenadores y nos creemos perfectamente capacitados para decidir alineaciones o tácticas. También todos parecemos saber cómo organizar los aspectos ajenos al juego.
Uno de los argumentos más utilizados para criticar la actual organización del fútbol español es el supuesto desfase entre las cantidades que los distintos clubes ingresan por sus derechos televisivos provocando, según algunos, una Liga poco competitiva. Y casi siempre buscamos argumentos en la comparación con otras grandes ligas internacionales. ¿Puede alguien explicar por qué el líder de la Premier League, el Manchester United, le lleva 14 puntos al Chelsea, que bebe de la inagotable fuente de ingresos de Roman Abramóvich? ¿O por qué el Bayern aventaja en 12 puntos al Borussia, ganador de la liga 2011-2012? ¿Y por qué la Juventus le lleva 9 puntos al Inter y nada menos que 14 al todopoderoso Milan? ¿No será que la retribución que reciben los clubes por sus derechos audiovisuales no es la única razón para explicar su lugar en la clasificación? Sólo así se explica que tres clubes del G-30 (Málaga, Levante y Rayo Vallecano) se encuentren entre los 10 mejor clasificados.
La discusión sobre el reparto de los derechos audiovisuales es sólo un ejemplo. Todos y cada uno de los aspectos relacionados con el fútbol son discutidos, criticados y denostados. Nos gusta poner en evidencia que todo se hace mal y, muchas veces, a sabiendas. Reconocer un mérito o un acierto no puntúa, no vende. Y deben ser 50.000 profesionales de todo el mundo quienes digan alto y claro que el mejor equipo del mundo está en España y juega en la Liga BBVA. Es la evidencia de que no se habrá hecho tan mal en el fútbol español en los últimos años. Así que dejemos de lado las falsas modestias y pongámonos todos una merecida medalla, aunque sea después de un no menos merecido reconocimiento internacional.
http://www.marca.com/2013/01/09/opinion/firmas/1357745492.html