Mario falla porque estaba al límite físicamente y porque es humano. Koke perdió un balón con el Levante que nos cuesta el 2-2. Estas cosas pasan.
Además, pierde un balón que acaba en un centro, un rechace de Gabi resbalándose por lo que sale más flojo, un mal control de Bale 100 que si chuta tenía a un defensa delante y el consiguiente remate a huevo de la Cristina que para más inri rebota en Koke y cambia la trayectoria a Courtois. Vamos, la repera. Que no es un gol en propia meta de Mario, precisamente.
Pero lo destacable es que como bien apunta Bacharach, Mario está haciendo la cobertura al lateral, Gabi llega a repeler en primera instancia un centro al primer palo y Koke se lanza al suelo para despejar un tiro a quemarropa dentro del área.
Por no enrollarme más, lo del trío Mario-Gabi-Koke es para analizar en las escuelas de fútbol. Sus estadísticas cuando juegan juntos asustan.