Se equivoca Mario. Es un jugador que está en la Historia y figurará haciéndolo bien en momentos cruciales, eso no se lo puede quitar nadie. Lástima que no haya sabido hincar la rodilla ante quien es su único Amo y Señor, ante el único que, como a tantos otros, lo ha rescatado de la más absoluta mediocridad y lo ha elevado a un nivel con el que no hubiera soñado jamás, corte de pelo incluido. El ego desvía muchas carreras y lo susurros maledicentes y ávidos de protagonismo de las novias, muchas más todavía. Suerte para Mario, porque es un atlético, pero yerra espantosamente, marchándose y no sabiendo callar y asumir ante la inmensa grandeza del Cholo, ésa que él no va a alcanzar jamás.
Yo lo respeto porque ha sido muy importante en grandes noches de este club, pero, personalmente, no me fiaría de alguien que no soporta o está enfrentado con Diego Pablo Simeone. Algo debe fallar ahí, ética y espiritualmente. Dime con quién andas, pero a la inversa, seguro que hay algún refrán más certero, pero yo no me lo sé.