Es increible lo grande que es Fernando... jamás habrá nadie del que pueda estar mas orgulloso.
Podemos hacer mil lecturas, pero hay una muy simple: un jugador como el, con la temporada tan dificil que ha tenido en Londres, con los palos que ha recibido, que haya tenido la opción de meter su cuarto gol de la Euro a Buffon y pese a eso, haya aparcado todo para regalar ese gol a un compañero y amigo como Mata lo convierte no solo en lo que todos sabemos por aqui que es (un crack) sino en una persona increible: un espejo de valores.
Si os soy sincero, esta final para mi ha durado 17 minutos, los que ha estado el Niño en el terreno de juego. Hasta entonces veía a mis amigos botar y celebrar efusivamente cada gol, y yo les acompañaba con abrazos y aplausos tímidos, poco sentidos... ha sido entrar Fernando al campo y recibir miradas cómplices de mis amigos y convertirme en un manojo de nervios que solo ansiaba el gol de ese Niño pecoso llamado Fernando Jose Torres Sanz... todo ha sido mágico... verle recibir la pelota, observar como la cruzaba, y confirmar que ésta besaba la red y estallar de alegría... una vez mas, como hace 4 años, este gol de NIño era mas mio que de nadie de los alli presentes... no recuerdo nada de la celebración, según mi novia tenía a todos mis amigos haciendo una piña de abrazos conmigo en medio, yo solo he sentido una enorme alegria, mi cuerpo en tensión, con rabia, gritando gol desde lo mas adentro... felicidad, orgullo, alegria... tantas y tantas veces Fernando...
La asistencia a Mata sin duda se la contaré a mis hijos y a mis nietos, porque es un bonito cuento, de como uno de los mejores delanteros del mundo, maltratado por la cainista prensa de un pais que nunca jamás le perdonó que amara los colores rojiblancos por encima de todo y de todos y que hiciera del Atleti una bandera de orgullo, se presentó delante de la portería ante uno de los mejores porteros de la historia, un tal Buffon, con la posibilidad de reivindicarse con su cuarto gol en el torneo y dejándole como máximo goleador del mismo y que pese a eso optó por regalarle su gol a un amigo, Mata... perdiendo asi la posibilidad de sumar un gol mas en su amplísima cuenta goleadora como futbolista, pero ganando el orgullo y el cariño en uno de los gestos más bonitos que yo he visto en un campo...
El final del cuento es feliz... porque el futbol y sus leyes esta vez han sido justas y generosas, y esa asistencia, ese regalo a su compañero y amigo que tan solo ha podido jugar apenas 10 minutos en el torneo, le regaló a su vez la bota de oro del torneo... paradojas de la vida: tuvo que elegir entre la gloria personal de ser el máximo goleador o la generosidad de perder la oportunidad en favor de tener un gesto de grandeza con un compañero y optando por la segunda opción consiguió también la primera...
Gracias Fernando, te lo mereces mas que ninguno.