Por cosas así nunca he terminado de engancharme mucho a este proyecto. Me alegro cuando ganan, claro, y estuve meditando seriamente hacerme socio para ir a ver partidos de forma habitual, como antaño, pero no terminaba de verlo porque siempre me ha dado pinta de ser flor de un día, porque estos tipos si lo que les llena la buchaca que es el fútbol del primer equipo no saben cuidarlo, ni tratarlo, ni gestionarlo, cómo van a gestionar algo que ni les va ni les viene y de lo que saben todavía menos que de lo otro, aunque parezca imposible. Los milagros con esta gentuza no exiten. Así que pasé de encariñarme mucho, y mira que me gusta el balonmano, porque sabía que tarde o temprano, más temprano que tarde, bumm, el juguete se rompió.