Buen futbolista, gran persona y extraordinario rematador.
Cada uno le puede despedir como quiera o ni siquiera despedirle, pero ¿donde hay que firmar para que los próximos que vengan den, títulos al margen, las prestaciones de Falcao?
Mientras no cambie lo que todos sabemos que tiene que cambiar, desgraciadamente hay que acostumbrarse a que los buenos vengan de paso y a disfrutarlos mientras se pueda; pero así como algunos se saben efímeros y por ello no les importa que su huella no deja marca, otros sin embargo viven su profesión con la misma ilusión que el primer día, se empeñan en trascender por donde pasan y normalmente lo logran.
ANDANDO SE HACE CAMINO......
¡Vamos, que nos vamos!