Lo primero: no me explico por qué se le da tanta importancia a quedar primeros o segundos de grupo, teniendo en cuenta los posibles rivales en uno u otro caso. Por conseguir un primer puesto de grupo se ha tenido que hacer un desgaste que, tal y como andamos, me da que podemos pagarlo muy caro el domingo, que sí que jugamos un partido importante de verdad.
Después, corroborar la impresión generalizada: un partido horrendo, en el que sólo hemos sido capaces de realizar dos jugadas decentes y una buena. Ha bastado un equipo muy ordenado y duro enfrente, para poner al descubierto de nuevo las conocidas carencias de este equipo.
El árbitro, lamentable. No debe servir de excusa, pero lamentable.
No voy a entrar en valoraciones individuales, que dejo para otros partidos más relevantes. Pero sí en dos cuestiones que no puedo dejar de lado sin morderme la lengua. Una: ¿este equipo trabaja tácticamente en los entrenamientos? Los movimientos colectivos son inexistentes, mueven la pelota a cámara lenta, y las bandas son un sitio por donde corren los linieres y los que calientan para una posible sustitución. La otra: con el atasco que había por el centro, cuando saca Aguirre a Simao, primero, y a Reyes, más tarde, ¿por qué coño no los pone en sus bandas 'naturales'? Empeñados en la diagonal desde sus bandas 'cambiadas', han acabdo convirtiendo el campo en una especie de embudo, con más gente en 200 metros cuadrados que en la sección de perfumería de El Corte Inglés la víspera del día de la madre.
Por momentos me ha recordado el partido noches como la del Panionos (qué mal se nos dan, históricamente, los equipos correosos y defensivos, como suelen ser griegos y turcos). Afortunadamente, la calidad individual de los atacantes, unida a una firme voluntad de victoria (dato muy positivo) han vuelto a resolver favorablemente el partido.