No sabemos con certeza si los cambios estaban pactados con el mono en el descanso..., o si lo shizo el propio mono de motu propio. Tampoco sabemos si se comunican durante el partido y si el mono tiene capacidad de variar lo que le dice el cholo en el descanso...
Lo peor de todo es que la caverna mediática de la central lechera, siguiendo con su torpedeo a la linea de flotación de su actual enemigo deportivo, esto es, nosotros, ha encontrado una grieta..., o eso creen ellos, entre la afición y el cholo, por cuatro pitos de mierda en el cambio del francés.
Tirando de manual..., partido a partido y NO CONSUMAN.