El mal del
visitante
El pasado domingo el Atlético perdió en un campo en el que llevaba 6865 días
sin hacerlo. La derrota agudizó la mala dinámica del equipo fuera de casa, donde
lleva nada menos que 87 días sin sumar una victoria. Además, el hecho de que los
de Simeone solo hayan sido capaces de anotar 4 dianas en sus últimas 8 salidas
ha puesto en entredicho su hasta ahora incuestionable potencial ofensivo. Por su
parte, los fallos defensivos en San Mames y en el estadio del Rayo han puesto a
la línea defensiva en el ojo del huracán por primera vez en lo que va de
temporada, siendo el Cata el jugador más señalado. Si hace unas semanas se
respiraba un ambiente de euforia desmedida en torno a los rojiblancos, los dos
últimos batacazos en liga han sido suficientes para que el futuro se vea con
cierta desconfianza. En este análisis intentaremos destapar las causas del mal
de visitante que padece actualmente el Atleti…
- 1. Más difícil ganar fuera que en casa
Es normal que el Atlético tenga mejores números en casa que fuera. De hecho,
este es el caso de 18 de los 20 equipos que juegan en la primera división. Solo
el Zaragoza (10 vs 14) y el Betis (17 vs 19) han sumado más puntos de visitantes
que como locales. La diferencia entre jugar en casa y fuera es tan exagerada en
la liga española que el 5º PEOR equipo en casa
(Osasuna; 16) ha sumado más puntos que el 5º MEJOR equipo a domicilio (Atlético;
14). Ahora bien, lo que no es tan normal es que un equipo que ha ganado
sus últimos ¡¡¡20 partidos!!! oficiales en casa lleve 3 meses consecutivos sin
anotarse un triunfo lejos de su feudo.
- 2. Falta calidad en el centro del campo
Hay más de 10 equipos en la liga española que
tienen mejores organizadores de juego que los del Atlético. No estamos
diciendo que sean mejores jugadores, sino que se desenvuelven mejor con el balón
en los pies. Lo que les hace especiales a Mario y Gabi es su incansable trabajo
en las tareas de presión aparte de la serenidad y concentración con la que
realizan sus labores tanto defensivas como ofensivas. El problema comienza en el
momento en el que la intensidad colectiva del equipo disminuye. Eso ocasiona
mayores dificultades a la hora de generar de espacios en ataque y el equipo se
ve obligado a retroceder líneas (al no presionar tan alto), algo que
irremediablemente daña el equilibrio táctico del conjunto. En esas situaciones,
que se están repitiendo con cierta frecuencia en los últimos tiempos, es cuando
el equipo más acusa la falta de calidad que arrastran sus creadores de
juego.
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El miedo a perder te puede privar de la victoria, pero el miedo a ganar te asegura la derrota.