-fernando-: Entre los varios infundios arrojados en este hilo sobre este jugador (como ese de Lorquino, que el 13 de noviembre decía: "Lesionado con esguince, si es medio profesional, estará de camino a Madrid para recuperarse", y que tanto se afanó en hacernos tragar valiéndose de la consabida maniobra de tomar a partir de ese momento esa mera insidia -que parece no distar mucho de ser un deseo- como realidad, hasta el punto de, fundamentándose en ella, establecer diversas conjeturas y repetir monocordes opiniones hasta un número de veintitrés hasta ahora), esto que publica el as merecería ocupar un lugar estelar. Dice que Simeone le recriminó "que no estuviese teniendo una actitud correcta", lo que, como sin duda pretende el que lo escribe, es fácil interpretar como que no se implica en el juego del equipo ni tiene sus objetivos como propios, que no lucha, que pasa de ti y de mí, que tanto sufrimos por estos colores, y se dedica a llevárselo crudo. O sea que -digo yo-, conociendo como conocemos a Simeone, resulta que se da cuenta de eso y se limita a contestar al jugador con "una reprimenda muy enérgica" y a volverle a sacar en el segundo tiempo. ¿Quién puede creérselo? Me refiero a quién que, como Lorquino y tantos otros, no esté deseando creérselo. Pero si hubo tal reprimenda, ¿no sería porque el arbitro le señaló una dudosísima mano tras un buen control y no protestó, y poco después un dudosísimo fuera de banda tras una buena acción y no protestó y todavía minutos después le obsequió con una inmerecida tarjeta amarilla -lo que, en el fútbol actual y jugando fuera, afecta considerablemente a un delantero centro- por un un codazo a un contrario que no dio y tampoco protestó? ¿No sería por eso la reprimenda, si es que la hubo? Es evidente que un jugador de fútbol puede fracasar por muchas causas. Pero la llamada falta de implicación no es un fracaso, es un engaño y una indignidad que merece el desprecio de los demás. Todo aquel que, sin un solo dato de realidad, arroja sobre otro semejante sospecha, más que de ese otro está hablando de sí mismo.
Aprovecho el estupendo (¡como siempre!) correo de Fernando para decir que lo que está pasando y estamos diciendo, en general, de este jugador es bastante melodramático y muy poco imparcial.
Estábamos acostumbrados a rendimientos espectaculares de nuestros nueves en toda la época Simeone, por no hablar de la de Quique Flores, que también. Nueves que han demostrado en algún caso (Falcao) que su progresión acabó aquí o que ya están en su fase meseta (Costa). Lo que hicieron aquí fue extraordinario, seguro que con mérito del Cholo y por qué no decirlo, de unas circunstancias especiales, pocas ocasiones, mucha eficacia.
Ahora parece que esa roca solidaria, comprometida y eficaz que tenemos de equipo se tapa la cabeza con la manta y deja los pies desguarnecidos, que antes no parecian enfriarse y ahora sí. Por cierto y hablando de frio, hace tiempo que no miro la clasificación, vamos lideres, ¿no? y estamos clasificados primeros en Champio, ¿no? y muy vivos en Copa, ¿no? O sea, que el calorcito de la manta en la cabeza también le llega a los pies.
No he visto ningún desánimo en Jackson, ningún pasotismo, ninguna indolencia. Veo un jugador especializado en el último remate en un equipo que no está especializado en hacerselos llegar. Veo un jugador que o mete lo poco que le llega o estará condenado, Veo, amigos, a Mandzukic, otro fantastico nueve que aquí no encontró su habitat más que nada porque casi que no le dejamos.
Y con Torres no seré imparcial, no puedo serlo. Le he visto en forma desde la pretemporada, le sigo viendo comprometido, con mejor adecuación al juego de este equipo que Jackson y eso sí, o mete una de la ocasión y media que tiene por partido o veo que al inmenso cariño que tiene de tres cuartas partes de la grada lo pasará por la piedra ese otro cuarto que no ve ni el jugador ni el símbolo que veo yo.
Saludos