Ramiro Glaría:
Fran_Omega:
Se vivió de una manera traumática. Para muchos el Atleti estaba indisolublemente unido a su barrio, y el traslado del estadio supondría la muerte del club, algo así (mal comparado, porque nada tienen que ver ambas instituciones) como si el Rayo se fuera de Vallecas. Por entonces el Manzanares era el extrarradio de Madrid, una zona periférica y degradada, con un río no canalizado, insalubre y maloliente. Se decía incluso que las nubes de mosquitos serían un obstáculo para que se pudiera jugar decentemente al fútbol. Para colmo, poco antes de inaugurarlo (y ya vendido el Metropolitano, en el que la Inmobiliaria que lo adquirió nos permitió jugar de prestado los últimos partidos) los periódicos publicaron la noticia de que había que derribar el nuevo estadio, porque era ilegal, o por lo menos una parte de él (la tribuna, cuya parte superior tardaría unos cuantos años en finalizarse, por falta de presupuesto) y que en cualquier caso se suprimirían las pasarelas sobre el río, que eran elemento fundamental en todas las maquetas que se habían presentado hasta entonces.
De hecho, muchos aficionados "de toda la vida" jamás se trasladaron al Manzanares.
Muchas gracias por la contestación, Ramiro Glaría. ¡Perdón!. Gracias a todos, por eso que llama Sebas "hacer Atlético", que incluye cosas como ésta.
Yo siempre he mantenido una deuda moral con el Vicente Calderón. Ya escribí en otros hilos que siempre he vivido en Chamartín y, cuando en los primeros años ochenta empecé a ir al fútbol regularmente; cada desplazamiento al campo era como una pequeña aventura. Aquél barrio, incluso catorce o quince años después del traslado, no tenía nada que ver con lo que es ahora
Y en mi fuero interno, lamenté que no me hubiese tocado la época del Metropolitano. Veía las fotos del Paseo Reina Victoria, los aficionados con sus sombreros, las historias de Cuatro Caminos ... y siempre eché de menos no haberlo vivido. "¿Eché?". No, perdón, echo. Lo sigo echando de menos ahora.
Por eso tiene tanto sentido lo que cuentas. Tiemblo sólo imaginándome aquél cambio, que supongo que yo sí hubiera hecho; porque no me imagino no siguiendo al Atleti allí a donde vaya, pero también entiendo que me hubiese costado un esfuerzo al límite de lo humano.
De todos modos, y aunque yo tenía año y medio cuando se inauguró el Calderón; algo ha debido quedar en el ambiente; porque jamás he dejado de pasear por Reina Victoria sin sentir algo especial, y nunca he dejado de sentirme orgulloso de haber nacido a pocos metros, en una pequeña clínica que había en la Avenida de la Moncloa.
(...) Nosotros, que somos de Gárate, despreciamos el modelo actual de sociedad anónima deportiva basado única y exclusivamente en criterios mercantiles y cortoplacistas, en sacar el máximo rendimiento de lo que se tiene aunque esto se haga en claro menoscabo de la identidad del club, y de la afición, y del proyecto deportivo (...) "Nosotros, que somos de Gárate" - Carlos Fuentes - El Rojo y el Blanco