Efectivamente asi es, los garapullos eran colchoneros.
Grandiosa actuación del Pasmo de Galapagar, que majestuosidad, que verdad, que pureza, que hondura, que profundidad sin darse ninguna ventaja, entrando en todos los quites, toreando al toro y a Eolo.Se me acaban los calificativos.
Me han llamado la atención dos cosas la forma de entrar a matar a el primer toro, encunandose como si no llevara muleta,(como lo hiciera antaño Antonio José Galán), y una de las tandas con la izquierda que he contabilizado no menos de siete naturales y el de pecho.
EL FINAL DE LOS GIL AUNQUE SE DIVISA LEJOS CADA DÍA ESTÁ UN POCO MÁS CERCA