vafe, pasaba:
Los centrales, ayer, horrendos. Descolocados y lentos, se convirtieron en dos marionetas del Barça. En el 1-0, ¿dónde estaba Heitinga?, ¿cómo cubre así al contrario del que es responsable, más sabiendo que es su único cabeceador? El penalty del checo, propio de un Seitaridis, un Pablo, un Pernía o un Perea. En el 4-1, lamentable su colocación.
Dicho esto, vaya en su descargo:
Primero, Perea, posicionalmente, es lamentable: habiendo jugado como central tantas veces, es ridículo que no cierre en el 4-1, sobre todo al ver que el holandés está fuera de su sitio (por cubrir al islandés, que campó todo el partido a sus anchas en la media punta y parecía un gran jugador incluso). Por cierto, vaya memeo que le pegó al colombiano Iniesta. Patético.
Segundo, el centro del campo que sacó ayer Aguirre, de escuela de entrenadores -como ejemplo de lo que no se debe hacer, claro-. Si no tienes a los futbolistas que te pueden permitir plantear de tú a tú el partido (Simao, Forlán, Maniche), cúbrete las espaldas, intenta tener un referente en el centro del campo y reza. Salir con un solo medio centro, así, es un suicidio. Gudjhonsen, libre todo el partido; Busquets y Xavi, a su bola; y las diagonales de Messi e Iniesta, como si estuvieran entrenando contra el Barça B. Yo entiendo que no le guste Banega, no es de su estilo y encima defiende menos que yo, pero era el único futbolista capaz, de los disponibles, de tener y jugar el balón. A resultas de todo ello, los cinco que juegan entre la defensa y Eto'o, como Pedro por su casa.
Tercero, este equipo no trabaja tácticamente. La muestra más evidente, y a la que me limito para no enrrollarme más de lo debido, son las jugadas de defensa a balón parado. Eso hay que trabajarlo aunque tengas a Griffa y Pereira de centrales y a Reina bajo los palos.
Por último: el 'carácter'. La patada de López a Messi no es muestra de carácter, es muestra de descontrol y deseperación. Carácter es, p.e., meterle a Messi una carga que lo mandes a la grada la primera que intente desbordarte, o meter un viaje como el que metió Banega, que no implica riesgo grave para el contrario ni peligro de amarilla para ti. No nos confundamos. Y menos con López, que de carácter, como de otras tantas cosas, anda más bien justo (lo mejor que trajo de Pamplona, qué lejos está ya, una vez pasado por el tamiz atlético-gi lesco).