Ha sido, para mí, de lo mejor, si no lo mejor, que le he visto al Aleti desde el regreso del infierno aquel de Gutiérrez y la Rushmore.
Si el jueves pasado me quejaba del lamentable ritmo y actitud que mostramos en Oporto, este partido ha sido justo lo contrario: ritmo infernal y actitud inmejorable (¡y este cambio radical en el plazo de 3 días!). Pero es que, además, se ha jugado bien: buen despliegue posicional, buenos movimientos, acierto en el pase; en fin, un gustazo de partido.
Cierto es que la alineación del Villarreal ha facilitado las cosas, sobre todo al poner a Senna de medio de cierre y acompañarlo sólo con jugadores de toque y escaso nivel físico, particularmente el francés y el aragonés, que han sido, literalmente, arrasados por nuestro ritmo y presión.
En nuestro debe, los dos goles y la jugada que a punto estuvo de significar un 0-2 antes del descanso. En el 0-1, malísima organización y peor movimiento de quienes defendieron la contra, en especial de Assunçao, que también estuvo en el origen de ese casi 0-2 con una pérdida absurda. En el efectivo 0-2, otra vez un error de concepción al tirar el fuera de juego: si adelantas líneas, no puedes dejar que quien viene ce cara juegue tan cómodo ni, menos aún, que alguien que corre del offside pueda hacer una pared con la placidez con que lo hizo Rossi.
Los medios centros de la polémica, hicieron un despliegue portentoso, pero desigual. Assunçao no me convenció demasiado, por lo errores comentados, impropios de un jugador de su posición y de su experiencia. García fue de menos a más, pues empezó fallando pases absurdos, pero acabó convertido en un gigante devorador de enanos amarillos. Sobre Banega, pues sí, lució sus cualidades al fin, pero la verdad es que lo tenía fácil: con superioridad numérica, tuvo los espacios y el tiempo que por lo normal no tiene para jugar. Dio varios pases excelentes y lanzó un chut estupendo. Pero no me parece que sea reválida alguna. Lo quiero ver en otros partidos donde no tenga tanta ventaja.
¡Ah! Iturralde como siempre. En las jugadas decisivas acertó, lo que para él ya es mucho, pero el generoso reparto de tarjetas que hizo, es lamentable. En un partido sin apenas dos patadas, sin protestas, sin nada, nos cosió.