Por su interés, os remito a la lectura de (http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2007/11/30/futbol/1196452785.html):
FERNANDO TORRES, 'EL NIÑO', SE DOCTORA EN LA CHAMPIONS Y AVANZA EN LA ADAPTACIÓN A SU NUEVA VIDA
This is 'The Kid'
- 'Estás en el campo, miras 'The Kop' y no se acaba nunca', dice el '9' del Liverpool
- 'El partido que quiero jugar, mi mejor partido, aún no ha llegado'
- Ha comprado la casa de Zenden y espera la llegada de sus bulldogs, 'Pomo' y 'Llanta'

Fernando Torres, en el centro de Liverpool. (Foto: Fernando Mañoso)
Actualizado viernes 30/11/2007 20:59 (
CET)
EDUARDO J. CASTELAO, enviado especial
LIVERPOOL.-
Unas horas después de prolongar con sus dos primeros goles la
supervivencia del Liverpool en la 'Champions', Fernando Torres cuenta
sus vivencias en una ciudad y un club que le tienen encantado de la
vida.
La ciudad se levantó con resaca, sedienta de agua después de un
miércoles alegre. Miércoles lluvioso, ya jueves para el reloj, en
Matthew Street, la calle que muere en la puerta de The Cavern, corazón
puro del puro Liverpool. Un poco más abajo, al principio del
adoquinado, en el pub The Grapes, los últimos hinchas sujetos sobre los
pies apuran la cerveza que siempre sobró. Brindan por la supervivencia
en la Champions, brindan por Benítez, al que aún cantan, y brindan,
también, por un nuevo ídolo.
Horas, pocas, más tarde, hay un sol mentiroso, espejismo de un
viento helado que obliga a refugiarse en los sillones morados de la
cafetería del hotel Malmaison, a la vera del Mersey, nervioso por el
vendaval. Fernando Torres pide un capuccino y ojea los titulares de los
periódicos ingleses. "Un Torres letal enseña el valor del dinero", dice
The Times.
"Recuerdo momentos muy especiales", anuncia para
explicar sensaciones aún recientes, calientes los mensajes de los
amigos en el móvil, el primer gol en la Champions, otro sueño cumplido,
otra estación más. "Marcar en esa portería es algo... impresionante. No
sé, es especial. Estás en el campo, miras 'The Kop' y no se acaba
nunca. Fue un partido especial, son sensaciones que no se olvidan".
Juega con los puños de una sudadera negra, poco que ver con las
zapatillas, blancas de raya verde y naranja, para eso están los gustos.
Y habla, habla de la noche anterior, de su nueva ciudad, de la casa y
el coche que se ha comprado, del inglés, de la fama, de su ocio... de
su vida, una vida donde ha cambiado todo. Todo menos él, porque Torres,
Fernando, sigue siendo el mismo. Más feliz, pero el mismo.
Habla con devoción de Mascherano, el hombre que equilibra un sistema
donde defienden cinco y atacan otros cinco, entre ellos él, máximo
goleador (10) de un equipo diferente. "El Liverpool no gusta en
Inglaterra y ya está. Es el equipo con más títulos, el que más afición
tiene, pero no se ha sabido transmitir el mensaje de lo que significa",
comenta, y esas palabras le sirven para explicar lo que ha pasado estos
días con Benítez. Dice que todo se magnificó, que los tabloides no
llegan al 50% hablando de verdades, que el míster no se puede ir.
"¿Cómo se va a ir? La gente ayer [por el miércoles]
dictó sentencia". En las últimas horas ha atendido a todas las radios
españolas, todas con la educación habitual, la misma por la que, de
momento, prefiere no hablar en la zona mixta. Tras el partido contra el
Oporto, saludó a los periodistas ingleses. En enero, cuando termine de
soltarse, el idioma ya no será un obstáculo.

'Un inglesito' más. (Fernando Mañoso)
'He tardado en hablar en el vestuario por vergüenza'
Para ello esa misma tarde, la del jueves, tiene clase con Rob, su
profesor "un hincha del Liverpool increíble", que visita su casa, en
Woolton, la siguiente en la calle después de la de Pepe Reina. "Al
principio no me enteraba de nada, porque yo no tenía ni idea", y la
carcajada se escapa pensando en situaciones y acordándose, otra vez,
del portero de su equipo. "Es que es un c... He tardado en hablar en el
vestuario porque, cuando lo hacía delante de los españoles, estaba Pepe
ahí para crujirte y reírse. ¡Claro, habría que verle a él cuando
llegó!".
Se ríe también porque, dice, está aprendiendo inglés "mal", se
refiere al acento de los 'scousers', ininteligible los primeros días,
"y encima te hablan a 2.000 por hora. Yo pensaba: 'ya verás las que voy
a liar'". Pero ver 'Friends' en versión original -"ya me sé los
diálogos en español y eso me ayuda"- y las lecturas que le encarga Rob
lo tienen hecho un 'inglesito más'. "Ahora ya sé que digo las cosas
bien".
No le queda otra. Si Benítez les sorprende hablando español en la
caseta, normas de colegio. "Tú para allá y tú para el otro lado",
cuenta, aunque es difícil no hablar castellano en un recinto donde 12
miembros de la plantilla lo hacen. Él, que se cambia entre Gerrard y Voronin,
recuerda el primer día de entrenamiento, una bofetada de realidad. "No
me enteraba de nada, eso para empezar. Y después ya te ves ahí con la
ropa puesta, en un lugar nuevo, y piensas: ¡Joder!, que estoy aquí de
verdad, y ésta va a ser mi casa durante muchos años". Tantos que ya ha
decidido comprar.
Zenden se fue del equipo y Torres se ha quedado con su casa. Por
varios motivos. Primero porque la zona le gustó, pero también por estar
al lado de Reina, al que sigue aludiendo, ésta vez más en serio: "Sin
él mi adaptación no hubiese sido lo mismo. Ha estado ahí siempre y eso,
cuando llegas nuevo, es impagable". Y también porque Olalla, su novia,
con la que se ha venido a vivir -y que, tiene que reconocerlo, se
maneja mejor que él con el idioma- ha encontrado en Yolanda, la mujer
de Pepe, a una amiga. ¡Ah! Claro, y escogió una casa amplia, con
jardín, para 'Pomo' y 'Llanta'.
Esos nombrecitos -"les quedan bien"- refieren a la pareja de Bulldog
que espera para dentro de unos meses. Son los mismos perros que paseaba
cuando recibió la primera llamada de Rafa Benítez. "Aquí tardan siete
meses en venir los perros. Tienen que pasar papeleos, y análisis, y
luego aquí la cuarentena... un lío", pero acabarán junto a su dueño,
seguro, y lo disfrutarán más relajado, más tranquilo.
Todo es nuevo. Siete años en Madrid, los caminos
aprendidos de memoria, las costumbres, los horarios, el asedio, de la
prensa y de la gente, imposible tomar un café, una cerveza, nada en un
lugar público, si acaso alguno, pocos, en Majadahonda. Nada que ver con
esto. "Puedo hacer cosas normales, ¡ser normal! Aquí
sales del entrenamiento y te olvidas hasta el día siguiente. Puedes
pasear por la calle, ir a un centro comercial...", que por supuesto ya
conoce, el Met Quarter, en el centro, o el Trafford Center, camino de
Manchester, el más grande de Europa.

'El Niño' crece en Liverpool. (Fernando Mañoso)
Todavía pone cara de asombro cuando recuerda el día que se dio
cuenta de todo. "Estábamos Pepe y yo comiendo en el Picolino, un
restaurante italiano. Había una chica que no dejaba de mirarnos, pero
cuando terminó de comer se fue. Bueno, pues cuando salimos, una hora y
media más tarde, la chica estaba en la puerta esperándonos, muerta de
frío, con una camiseta en la mano para que se la firmáramos. Espero a
que termináramos de comer... Increíble". Sobre todo para alguien que ha
tenido que salir de un centro comercial en Madrid por la puerta de
atrás. "La gente me dice: ¿echas de menos Madrid? ¡Pero si para mí Madrid era mi casa casi exclusivamente!".
Y ahora es la suya y la de Reina, pero porque quiere. Invitan a Mikel Arteta
y las partidas al Party, chicos contra chicas, se prolongan hasta la
madrugada. Hay pique, "aunque siempre ganamos los chicos", dice, un
dato sin posibilidad de confirmación. Espera expectante la Navidad,
otro descubrimiento, su familia vendrá el 25, la de su chica en Año
Nuevo, porque este ejercicio no tiene vacaciones, por el fútbol y
porque tiene que terminar el curso acelerado de bricolaje que está
haciendo. A la fuerza. En las mejores tiendas, los muebles son caros,
pero no los montan en casa. "Te dejan 30 cajas y ala, a montarlo tú.
Claro, así pasa, luego los cajones no abren, las puertas no ajustan...".
A principios de semana hizo un pedido de muchos kilos a El Corte
Inglés, conservas y esas cosas, algo de jamón también, aderezo
imprescindible en las cenas para ver al Atlético. "Hoy [el jueves] hay
cena para ver el partido", anuncia poco antes de iniciar la sesión de
fotos, muerto de frío, deseando montarse en el Audi Q7, elegido después
de que el club le dejara probar también un Range Rover, un X5, un ML...
El Audi tiene el volante en la derecha, y eso es también un problema,
ya menos, "antes iba por el medio de los dos carriles armando cada
una...".
"En el club están pendientes de todo. Tú sólo
tienes que pensar en fútbol", y la grabadora se apaga mientras Torres,
'The Kid', mira ya a la cámara y un camionero azuza la bocina, y una
chica saca su teléfono móvil desde el coche. "Sólo fútbol", insiste, y
cierra: "Los partidos de Champions tienen un ambiente mucho más bonito,
porque son por la noche. Partidos como el de ayer son los que quieres
jugar. Eso sí, el partido que quiero jugar, mi mejor partido, aún no ha
llegado". Firmado: un tío feliz.