Acercarse es más obligado cuando se ha perdido que cuando se ha ganado. Cuando se ha ganado con la alegría ya te das por pagado, pero cuando se ha perdido debería ser obligatorio (lo debería ser siempre) pero más si se ha perdido. Se tienen que acercar, todos y cada uno y, si se ha perdido, dar las gracias e incluso pedir disculpas por no haber sido capaces de desempeñar correctamente su obligación. Y si estás jodido, te jodes, que más jodida está la afición, que se ha gastado una pasta y lo ha dejado todo para irte a ver hacer el mono, que ellos por hacer el mono cobran una pasta.
Pero me temo que no es algo de ahora. Ahora me desplazo mucho menos que antes por cuestiones de tiempo, pero recuerdo muchos partidos en los que sentí la misma frustación que etáis contando. De hecho hay veces que eso te cabrea más incluso que el resultado.
Como ya se ha apuntado, de los últimos años, 10 o 15, sólo recuerdo dos personas que eso lo llevaran a rajatabla, que son Radomir Antic y Don Diego Pablo "el Cholo" Simeone. El Cholo, siempre, siempre, se cabreaba con sus compañero e iba a buscarlos, cuando ya iban camino del vestuario, y los empujaba si hacía falta, para que salieran a saludar. Al margen, el mismo se acercaba al fondo a saludar personalmente en infinidad de ocasiones, a dar la camiseta, los pantalones, las medias, las botas... en gayumbos ha salido más de una vez. Y eso arrastraba a algún otro por vergüenza. Pero por eso el Cholo es el Cholo. Es una cosa que, con todos mis respetos para Maxi, uno de los pocos jugadores actuales por los que siento respeto, echo en falta de Maxi. Ahí no llega. El tercero es Torres, aunque a distancia del Cholo, pero al menos, sí lo sentía, y lo corrobora el hecho de que el otro día estuviera en la grada, y otro que también lo hacía, pero porque se sentía uno de nosotros, era Luque (aunque en este caso hay más vínculos). Más antiguos, aunque futbolísticamente no fuera un gran jugador, aunque lo daba todo, Pizo fue otro tipo de ésos. De hecho recuerdo haber compartido grada con él en la mítica final de Copa en la Cuadra, como uno de nosotros más.
Son unos putos desgraciaos. Un mercenario sabe hacer bien su trabajo y sus obligaciones. Éstos no son ni eso.