Bacharach: Sí, no estaría mal probar algo así (de paso metes un poco de balón parado, arriba y abajo, que ahora mismo no existe), aunque yo, como decía el otro día, no acabo de ver juntos a Assunçao y Camacho. Assunçao rinde mejor cuanto más espacio tiene para ir a la presión y el robo, por eso el año pasado explotó cuando Abel le obligó a presionar más arriba en vez de estar incrustado entre los centrales como con Aguirre. Si le metes al lado un jugador de sus mismas características, como es Camacho, coartas lo mejor que tiene, ese despliegue brutal. O igual no, igual así dejabas de parecer un equipo de mantequilla y Raúl García jugando más liberado volvía a demostrar que es un llegador estupendo, quién sabe.
Es que lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. Ese dibujo que planteáis podría llegar a funcionar si Raúl García fuera un jugador más organizador y con más visión y control de partido, que no lo es, de manera que al final tendríamos más medio campo, de acuerdo, pero los tres se chocarían constantemente y la capacidad creativa del equipo sería 0, un equipo plano y sin sentido. Si tú pones a Raúl García en un equipo hecho y coherente, cojonudo, puede ser un jugador increíble, al estilo Lampard o Gerrard, y no estoy de broma, pero aquí, quedaría perdido en la nada, recularía y sería un tapón con tres tíos de características distintas, pero jugando en el mismo sitio. Aquí Raúl creo el único sitio donde puede rendir bien es de pivote defensivo, pero es que es donde también pueden rendir Assuncao, Camacho y hasta Queko. Cromos iguales tenemos muchos, pero jugadores que aporten cosas distintas, nada de nada. Si a eso le añadimos que hay puestos y demarcaciones, varias, para las que no tenemos un sólo jugador específico válido, (ya no hablo de recambios), lo que no sé es qué coño hacemos intentando hablar de fútbol.