Imágenes te da la vida. Trozos a color que pasan de la retina a la memoria por un canal que escupe el óxido. De Usté, guardo una. Con la mirada vuelta hacia una grada que se desangraba en Rojiblanco. Mojados sus ojos, húmedos los nuestros. Pasandonos sensaciones de uno al otro lado, con un hilo telefónico que cambiaba de línea, siguiendo los credos de voz que otros llaman cánticos. Te hiciste sacerdote allí mismo. Entendiste la liturgia. Y sellaste a lágrima viva el pasaporte al otro lado de la línea. Llora rápido, que ya está asomando la comitiva del bautizo.
Hoy, sí se por qué, me ha vuelto esa imagen. Como a otros tantos compatriotas…Con mucha más potencia que otras veces. Mientras sonreías. Mientras la Grada cantaba con menos desgarro, pero con igual intensidad. Ya viniste con la lección aprendida. El Atleti es felicidad, Thiago. Y orgullo. De contar con gente como tú, entre otras muchas cosas.