Sería injusto no dedicarle un pasaje a Mario que me consta que muchos estáis esperando que haga y, por supuesto, no me escondo. Igual que le he llamado sinvergüenza, y no me arrepiento, porque esa es la actitud que me parece que ha tenido a lo largo de gran parte de la temporada, no diré que estuvo imperial en la medular, que ése fue Gabi, pero sí que rozo la perfección. Con esto me surge la pregunta evidente... Sé, intuyo, adivino por qué jugaste así la final, Mario, pero ¿Por qué no antes? Reconozco que su fútbol no me gusta ni cuando lo hace bien, porque incluso cuando le sale la jugada intuyo siempre detrás de esta el borde del abismo. Me parece un futbolista sin plan B, que ni mide, ni se le pasa por la cabeza qué puede pasar después. El otro día, cuando le veía llevarse contrarios no podía quitarme de la cabeza el... "como la pierda"... el abismo, en todo momento. Pero el otro día sobre todo estuvo impecable en colocación, lo que más le ha faltado siempre. No iba a buscarla, estaba donde tenía que estar, en función del balón, el espacio, el contrario y el compañero.
Su innegable partido le aleja del abismo oscuro donde le tenía instalado porque ha servido para obtener un título, pero me hace acercarme más a la teoría del caradura sin límites, aunque le dejo un pequeño puntito de duda por sí en Bucarest pudiera estar su punto de inflexión. Por su carácter indolente sobre el campo, sin títulos en juego y partidos de épico contagio como el del otro día, lo pongo en duda, pero bueno, veremos.
Quesada siempre presente!!!