milinkito: Interesante reflexión de Tevenet:
Cuanto el fútbol se ha convertido casi exclusivamente en negocio y en una profesión con todo monitorizado, kilómetros, pulsaciones, con cada movimiento calculado al milímetro (sobre la pizarra), comienza a ser eso, una profesión. No hay tanta cabida al talento, es algo que se está echando cada vez más en falta, y va dejando de ser algo que siempre ha sido vocacional para ser cada vez más una forma como otra cualquiera de ganar mucho dinero o ser millonario si te va bien. Saltas al campo, haces y te mueves como el entrenador te dice y a casa, a hacer lo que te gusta... que ya no es el fútbol.
Lo malo de la Ópera es que se despierta uno sobresaltado en algunos momentos. Óscar Pin.