La metamorfosis de Adrián
El
delantero aumenta su eficacia goleadora gracias a los espacios que le
crea Falcao y a la apuesta del Atlético por el juego interior
RICCARDO IORI - Madrid - 05/11/2011
Adrián
López (San Martín de Teverga, Asturias; 1988) se presentó el pasado
verano a la afición del Atlético dando dos asistencias de gol a Reyes
frente a los noruegos del Stromsgodset (2-1) y otras dos a Elías (2-0)
ante el Vitoria, portugués, en los choques de la fase previa de la Liga
Europa. Un arranque que confirmaba su fama, la de delantero móvil y
sabio tácticamente, con mucho pase pero poca llegada. En 120 partidos
en la Primera División con sus anteriores equipos -Deportivo y Málaga-
solo había sumado 17 dianas. Tres meses después, el punta, de 23 años,
parece haber pasado por una metamorfosis. Es el máximo goleador del
club del Manzanares con ocho tantos (tres en Liga, tres en la fase
previa de la Liga Europa y los dos del jueves ante el Udinese en la
fase de grupos), los mismos que ha anotado Falcao, el arquetipo de
rematador de área.
Gregorio Manzano, al que el
asturiano devolvió la sonrisa con dos dobletes consecutivos -el
primero, ante el Zaragoza en la Liga (3-1)-, explicó el jueves así la
transformación del 7: "Adrián lo hizo muy bien, tanto en el
Deportivo como en el Málaga. Sin embargo, allí jugaba a menudo como
único delantero, mientras ahora está trabajando con Falcao, que le crea
espacios y puede aprovecharlos".
Miguel Ángel Lotina, que entrenó
al delantero en el club gallego, corrobora esta opinión. "Las cosas
mejores las hizo a lado de Riki y con Valerón detrás de ellos",
recuerda el técnico; "al jugar de único punta se le alarga mucho el
partido. A veces lo puse en la línea de tres escorado a la izquierda,
pero se alejaba demasiado del área y no podía aprovechar sus
características".
Cualidades que resume Luis Milla, técnico de
España sub 21, de las que sacó tajada en la última Eurocopa de
categoría, en Dinamarca: "Tiene movilidad, criterio, un óptimo control
orientado para armar la pierna y puede elaborar atrás, jugar de espalda
sin problemas". En ese campeonato de Europa, Adrián ya demostró más
tino cara a portería -fue pichichi del torneo con cinco
tantos-, a pesar de que no tenía cerca un ariete clásico, a lo Falcao,
que con sus arrastres y poderío físico le abriera camino hacia el gol.
"Era
la referencia en la delantera, con Muniain y Mata que se movían más.
Pero buscábamos el pase por dentro, la asociación, un tipo de juego que
le beneficiaba", explica Milla.
Esta puede ser otra de las claves
de la eclosión goleadora de Adrián en los últimos partidos; la decisión
de Manzano de renunciar a jugadores que suelen forzar más el juego por
las bandas -Reyes, Juanfran, Salvio- y apostar por otros que están más
cómodos asociándose por dentro; la medular de los últimos dos duelos
victoriosos la formaron Mario, Turan, Gabi y Diego.
"Adrián puede
hacer algún remate tras un centro, como ante el Zaragoza a pase de
Turan, pero lo suyo es más conectar con el balón en el suelo. Vive del
pase corto", resume Lotina. Con Falcao de lado y el cuero al césped, la
metamorfosis de Adrián puede ser definitiva. 12ª jornada de Liga
http://www.elpais.com/articulo/deportes/metamorfosis/Adrian/elpepidep/20111105elpepidep_6/Tes
Adrián, el chollo que hace mejor al caro
J. F. BORRELL
04/11/11 - 12:12.
Gregorio Manzano respira más tranquilo después de que el Atlético de
Madrid aprobara el examen del pasado domingo ante el Zaragoza y sacara
buena nota en el de ayer contra el Udinese. De no haberlo hecho, su
cargo podría depender de lo que hiciera el equipo frente al Getafe,
donde de todas formas no vale otro resultado que no sea la victoria
para recuperar parte del terreno cedido en las primeras diez jornadas
de Liga, tras las que se encuentra en mitad de la tabla a nada menos
que 8 puntos del Valencia, que es quien ocupa la última plaza que da
acceso a la Liga de Campeones. El preparador andaluz tiene bastante
trabajo por delante para recuperar el crédito que se ganó en las
primeras semanas de competición y hacer olvidar a la afición lo que el
mismo calificó de octubre negro, un mes para olvidar que realmente
empezó el 24 septiembre cuando de antemano renunció a puntuar en el
Camp Nou.
La clave de la reacción tiene nombre y apellidos: Adrián López
Álvarez. El delantero de San Martín de Teverga, que llegó el 1 de julio
a coste cero, es una pieza básica en el nuevo esquema de Manzano. En
pretemporada ya demostró ante el Stromsgodset y el Vitoria de Guimaraes
en las dos rondas previas de la Europa League que el Atlético tuvo que
disputar que, pese a lo que más de uno pensaba, sí podía tener un sitio
en la escuadra rojiblanca. Sin embargo, con la llegada de nuevos
refuerzos y la manida política de rotaciones perdió protagonismo. De
hecho, antes del trascendental choque frente al Zaragoza, sólo había
jugado un partido completo desde que arrancó la Liga BBVA allá por el
último fin de semana de agosto. Y fue precisamente el de la primera
jornada contra Osasuna, cuando Diego y Pizzi aún no eran del Atlético,
el tránsfer de Falcao no había llegado y Arda estaba recién recuperado
de una dolencia muscular.
Desde entonces, su presencia en el terreno de juego disminuyó poco a
poco. En Mestalla repitió titularidad pero fue sustituido en la segunda
parte. En los siguientes cuatro compromisos -ante el Celtic, el Racing,
el Sporting y el Barcelona- saltó al césped desde el banquillo. Volvió
al once en Rennes, donde tampoco completó el encuentro. De ahí pasó a
no jugar nada contra el Sevilla y ser suplente en Granada y Udine.
Titular de nuevo frente al Mallorca, no disfrutó de ningún minuto en
Bilbao. Y el resto de la historia ya la conocemos, cuando acudió al
rescate de Manzano. Pero más allá de los cuatro goles y la magnífica
asistencia a Diego ante el Udinese, Adrián lo tiene todo para formar
una pareja para la historia con Falcao, parecida a la que no hace mucho
formaron Agüero y Forlán. Aunque todo depende del de Bailén. Si
mantiene su apuesta por el fútbol ofensivo de los dos últimos partidos
o vuelve a dejar sólo al Tigre arriba.
La presencia de Adrián sobre el césped libera a Falcao, toda vez que
las zagas contrincantes ya no tienen una única preocupación. El
internacional sub-21 crea espacios para el colombiano, que ya no tiene
que salir de su hábitat natural, el área rival, en busca de un balón
que no llega a la zona del campo donde más daño hace porque es donde
mejor se desenvuelve. Si además de hacer mejor al que hasta la fecha es
el fichaje más caro de la historia del club, silencia a base de goles y
jugadas como la que supuso el tercer gol ayer a los que decían que no
es un goleador o que no tenía calidad para jugar en la ribera del
Manzanares, mejor para todos, menos para el que se tenga que enfrentar
al Atlético, que tendrá que pensar cómo frenar a Arda, Diego, Adrián,
Falcao y compañía, entre los que hay que incluir a Reyes, al que los de
siempre quieren enterrar por su salida de tono en San Mamés.
http://www.marca.com/2011/11/04/opinion/firmas/1320405014.html
En la edición impresa, vuelve la mofeta