Me iba a quedar sólo con la del "papá, por que robamos el atleti", pero ya, me he liao, me he liao... a escribir y dejo aquí esta derrapada cerebral del momento:
Conversación entre caranike y faciner-oso al principio de los tiempos:
Magil: Papá, ¿por qué somos del Atleti?.
Gordo: Porque lo hemos robado
Magil: ¿Y lo trincamos así?... por la cara (torcida)
Gordo: ¿pero tu eres tonto o qué?. Nos apoyamos en el cine; le daremos un lavado de imagen, un doblaje, unos decorados, unos efectos especiales, un todo aparente. ¡Y verás como cuela!
Magil: ¿y nos maquillaremos y disfrazaremos con pelucas como los actores de "con faldas y a lo loco"?
Gordo: Tú ya vas suficientemente disfrazado, y la peluca la pone el productor, nosotros sólo movemos el dinero y lo reinvertimos convenientemente
Magil: ¿y eso es honrado?, ¿parece "El padrino"?
Gordo: Después de lo de San Rafael, y pensando en Marbella y Malaya, ¿tú crees que me preocupa?
Magil: ¿y la justicia no hará nada?
Gordo: eso prescribe y tal y tal... y sino, me muero... y te lo dejo en herencia.
MAgil: y entonces... ¿no podré ejercer mi carrera de veterinario?
Gordo: Sí, tranquilo, me compro un cocodrilo y le tratas la indigestión de morenos.
Pasados muchísimos años, Magil, también conocido como peón de ajedrez, porque se movía de frente, pero comía de lado. Tras heredar el negocio al frente del Atleti, y obtener numerosos fracasos deportivos, mediocres temporadas, gastos incontrolables, desviaciones de comisiones, fichajes, pufos y cobros de salarios personales muy por encima lo que habría ganado en varias vidas ejerciendo de trabajador decente. Dejó un agujero que ni el de la capa de ozono, mientras que sus colaboradores (representantes) le otorgaban, con la excusa de un año en el que sonó la flauta y conseguía un par de títulos, el pomposo premio al "mejor gestor".
Así, lo que su cacareadísima carrera de veterinario (del latín, la ciencia que estudia las bestias) no le pudo dar en la vida real. Se lo ofreció este bendito club y su afición, al abrigo de unos medios comunicativos complacientes y una hinchada dormida, pudiendo destacar realmente en la vertiente más prolífica y en la que más y mejor se sintió realizado, la de Waterinario (del latín, la ciencia que estudia las cagadas) y a la que en estos días, esperemos por fin, la justicia pueda poner punto y final, dándole la excedencia forzosa por incapacidad manifiesta, amén de otras lindezas más.
"Papá, ¿por qué robamos el Atleti"
"Hijo, porque eres una calamidad, y si en lugar de estarte aquí viviendo del cuento, ejerces de verdad, los de la protectora de animales te meten en la trena a los dos días ¡SEGURO!"
"Podemos jugar mejor, ganar o perder, pero hay una idea que no se negocia, que es el trabajo y que nadie es más importante que el equipo" Cholo Simeone